El Partido Demócrata inició este lunes aquí la convención nacional que coronará a Hillary Clinton como candidata a la presidencia de Estados Unidos, a pesar de haber un ambiente de tensión y crisis interna en la agrupación política.
La alcaldesa de la ciudad de Baltimore, Stephania Rawlings Blake, se encargó de dar inicio a este evento, ya que la presidenta del partido, Debbie Wasserman Schultz, renunció en la víspera.
El miniestadio Wells Fargo Center fue escenario de un ensordecedor duelo entre los seguidores de Clinton y los del senador Bernie Sanders.
Cuando la pastora Cynthia Hale, convocada para las oraciones de apertura de este evento, pronunció el nombre de Clinton se hicieron evidentes los abucheos seguidos por el ruidoso coro “Bernie, Bernie”.
Los delegados de la ex secretaria de Estado hicieron su parte y respondieron con un coro igualmente ruidoso: “Hillary, Hillary”.
La convención no debería encontrar dificultades en formalizar la fórmula presidencial compuesta por Clinton y el senador Tim Kaine.
Pero el partido llegó a la convención nacional profundamente dividido y en crisis ante el escándalo por la divulgación de correos de la dirección partidaria durante la campaña interna, en que claramente beneficiaban a Clinton.