En el zoológico público de Caricuao, el más grande de Caracas, la capital de Venezuela, decenas de animales se mueren de hambre debido a la grave falta de recursos que tiene el recinto, a raíz de la crisis económica que sufre el país.
Cuando comenzó a escasear la comida, los cuidadores de los animales trataron de alimentar con mangos y calabazas a grandes depredadores, como leones y tigres, en un intento de saciarlos ante la falta de alimento.
A pesar de los esfuerzos de los trabajadores del zoo de Caricuao, unos 50 animales han muerto de inanición en los últimos seis meses, según ha denunciado el sindicato del Instituto Nacional de Parques (Inparques), la institución encargada de supervisar los parques y los zoológicos públicos del país.
“Han pasado hasta quince días sin comer, lo que ha ido deteriorando su salud”, declaró Marlene Sifontes, representante de Inparques.
Sifontes añadió que se han registrado la muerte de cerdos vietnamitas, tapires, conejos, aves y pecaríes, entre otros.
“Lo de los animales en Caricuao es la metáfora del sufrimiento del venezolano”, comparó.
La Fiscalía venezolana ha abierto una investigación sobre la muerte de los animales. El pasado lunes, por otra parte, comenzó a investigar el caso de un caballo que fue robado y posteriormente descuartizado para “despojarlo de su carne”.
El país petrolero atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia reciente, precipitada por el derrumbe del precio del crudo. Como consecuencia, Venezuela se enfrenta a una inflación de tres dígitos, recesión y escasez, que obligan a los venezolanos a pasar horas en colas para comprar alimentos y medicinas.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha alegado que detrás de la crisis está una “guerra económica” conspirada desde la oposición, pero sus críticos aseguran que la recesión económica es el resultado de casi dos décadas de políticas ‘chavistas’ que han acabado con la capacidad industrial venezolana.