· Luego de dejar el poder, queda una estela de corrupción, abusos y devastación.
· Con Salvador Rosas, se cierra la pinza de neolaredenses dentro del gabinete de Cabeza de Vaca
Parafraseando el poema de Pablo Neruda y con respecto a los exalcaldes que a quince días de haberse ido, hoy más que nunca al no cobrar la primer quincena, ni los moches, la viaticada, los gastos de representación y otras entradas extras, parecen tararear “Es tan corto el amor y tan largo el olvido”, porque no pueden asimilar que ya fueron y en este momento, ya no lo son.
Es más algunos de ellos, están en un tris de ser llamados a cuentas por la justicia, porque bien que se despacharon con la cuchara grande, haciendo obras de relumbrón que algunas ya se están deshaciendo, o son el hazmerreír de la sociedad, incluso, a algunos los han agarrado para hacer relaje, como el malhecho “Puente Niños Héroes”, en Nuevo Laredo.
Los que están en una tablita de ser sentados en el banquillo de los acusados, son los tres alcaldes de los municipios fronterizos con más presupuesto, porque algunos por sus ansias toreras de ser candidatos a la gubernatura, no les importó vender sus almas al diablo y otros, estuvieron como el azadón, sólo para incrementar sus cuentas bancarias.
Dicen que las comparaciones son buenas, a modo de ejemplo tenemos que al inicio del presente años, José Elías Leal, anunciaba con bombo y platillo, 50 millones de pesos en inversión en un ambicioso proyecto de pavimentación con concreto hidráulico, de alta durabilidad, además de poner la primera piedra de la Ciudad de los Niños.
Sin embargo, el tiempo, las lluvias y la mala calidad del material utilizado, como si fuera un maquillaje, más falso que sus peroratas, se corrió, dejando tras de sí, una estela de corrupción, abusos y devastación.
Lo mismo ocurrió en Matamoros, que pese a que Leticia Salazar, cuando tenía el sartén por el mango y quería ser candidata a gobernadora, decía a quién quería escucharla la extensa red de pavimentación realizada por su gobierno, pero en la confrontación de la realidad, mostraban a una frontera con vías de comunicación destrozadas y llenas de basura.
Mientras que Carlos Canturosas Villarreal, quien alguna vez soñó ser el gobernador de Tamaulipas, dedicó enormes sumas de dinero, para cuidar su proyecto político y golpetear mediáticamente y boicotear al hoy Jefe del Ejecutivo Estatal, Francisco Javier Cabeza de Vaca.
Es más, para que no se sintiera mucho el desvío de recursos, llenó de oropel a la que llamó “Ciudad del Cambio”, construyendo obras frívolas, que luego de ser culminadas, mostraron sus carencias técnicas y su nula vinculación con un beneficio real para la sociedad.
Ahí está la llamada “Península” del Laguito, un espacio construido a capricho, porque si se hubiese edificado en otra parte, no rodeado por descargas insalubres y aguas putrefactas que generan in hedor nauseabundo, tendría otra historia diferente.
Otro ejemplo de insensibilidad, irresponsabilidad técnica y desprecio a la inteligencia de los ciudadanos, fue la construcción del “Puente Niños Héroes”, que al paso de los días se ha convertido en un atractivo, pero para que los ciudadanos se burlen de quienes ya se burlaron de ellos.
Estas tres fichitas, aparte de tener una cruda moral por la nostalgia del poder, se muestran reacios a aceptar su triste realidad, claro que tienen a su favor abultadas carteras, que con justa razón pueden decir que “las penas, con pan, son buenas”, ya que tienen suficientes recursos para seguir un envidiable tren de vida.
Con Salvador Rosas, se cierra la pinza de neolaredenses dentro del gabinete de Cabeza de Vaca
Aun cuando sus detractores están empeñados en seguir ninguneando su envidiable posición muy cercana al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, tal parece que el agente aduanal, Salvador Rosas Quintanilla, no sufre ni se acongoja, ya que recibió el nombramiento de Asesor para el Comercio Internacional del Jefe del Ejecutivo de Tamaulipas.
Con este nombramiento, se cierra la pinza de tres neolaredenses que ya quedaron debidamente integrados al gabinete de la alternancia, el primero fue Ernesto Ferrara Theriot, como Subsecretario de Bienestar Social para la zona Sur; el segundo fue el doctor Oscar Villla, titular de COEPRIS y ahora, Chava Rosas.
Para nadie es desconocido que Salvador Rosas Quintanilla, se la jugó el todo por el todo con Francisco Javier García Cabeza de Vaca, cuando todavía no había visos de viabilidad a su proyecto, siempre lo acompañó en todos los recorridos, en la precampaña y en la campaña, hasta que cristalizó este proyecto de la Alternancia política.
Para quienes en la penumbra de la tenebra y el maquiavelismo, siguen atizando el fuego amigo en contra de Salvador Rosas, no se dan cuenta que éste pudo tener la Secretaría que quisiera en el gabinete cabecista, pero tendría que sacrificar su presencia en sus negocios particulares y que son el patrimonio de su familia, esto es la verdad, aunque sus enemigos, de tanto veneno que suelten, se estén ahogando en él, por tanta bilis derramada.
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