Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Al cumplirse hoy tres años de la desaparición del sacerdote Carlos Ornelas, en el municipio de Jiménez, la Diócesis de ciudad Victoria reconoció que al menos tres sacerdotes han sido extorsionados por la delincuencia y entre cuatro o cinco, les quitaron sus carros al viajar por carretera en los años más álgidos de la inseguridad en Tamaulipas.
Reconoce que hubo extorsiones y robo de vehículos a sacerdotes, pero observa que la inseguridad llegó al pico más alto y ahora va de bajada.
El Obispo de la Diócesis de Ciudad Victoria Antonio González Sánchez, reconoce que la inseguridad ha tenido víctimas en todos los sectores y que hubo casos, en Victoria y otros municipios, en donde los sacerdotes han sido extorsionados.
La revelación del Obispo González Sánchez, se da en el marco de una nueva denuncia ante la Procuraduría General de Justicia en Tamaulipas, donde un sacerdote de esta ciudad, señaló que le están exigiendo pagos mensuales con las limosnas de la Iglesia.
Hace tres años desapareció el padre Carlos Ornelas, nadie sabe nada, ni la misma policía, señala el Obispo Antonio González.
Debido al inicio de la carpeta de investigación, las reservas del caso se mantienen ante el sistema de justicia para ser investigado.
La Diócesis asegura que hasta el momento, ninguna Iglesia está a cuota, “ese fenómeno, al menos hasta ahorita, no sea dado”. ¿No los tienen a cuota? “no… ni nunca me han pedido”.
Entrevistado en las oficinas de la Diócesis, Antonio González Sánchez, tienen sus puertas abiertas, no se cuida de nada, porque dice que “es impráctico y a la gente le da que pensar”.
Sobre todo ahora que, las personas se están acercando más a los templos para rezar, pedir por sus familiares desaparecidos, enfermos o que han sido víctimas de la inseguridad.
¿Usted a qué le tiene miedo? “A nada”.
Este año la Iglesia no hará la marcha por la Paz, porque concentrará la grey católica en un solo evento el 13 de noviembre, “La Clausura del año de la Misericordia y oración por la Paz” en el Estadio Marte R Gómez.
Ahí, también se va orar por todos los desaparecidos, por las personas que han sido secuestradas y que hasta el año pasado, las diferentes parroquias habían hecho una lista entre 800 y mil personas de Victoria y la región.
Las Iglesias, dijo, se ven obligados a mantener recortados sus horarios vespertinos en los municipios de la zona rural, no así en la ciudad.
“-En los momentos más álgidos- me tocaron los municipios más violentos, Hidalgo, Jiménez, Abasolo de lo que a mí me toca y de ahí se vino el mito del Chorrito, ahí no pasó nada, en Hidalgo sí”.
El Obispo ubica los tiempos actuales con un pasaje de la Biblia que se llama “Historia de la Salvación” y presenta muchas cosas, la lucha entre los hermanos, la Biblia nos cuenta muchas cosas de estas.
Tiene optimismo de que las cosas mejoren, porque ve, en el tema de la inseguridad que, hemos llegado al pico más alto y va de bajada. “Hace algunos años la violencia era en algunos Estados, ahora es en todo el país”.
Con 43 años como sacerdote y en puerta de cumplir 21 años como Obispo de la Diócesis de Victoria, Antonio González Sánchez, lamenta que en su momento se haya dicho que “yo no hice nada, -con la desaparición de Carlos Ornelas- yo hable con las autoridades”.
¿Qué le dijeron a usted? “Yo estuve en contacto con ellos hasta por tres meses, pero simplemente no sabían nada, no me dijeron nada”.
El padre Ornelas, tenía a su cargo la Iglesia en Jiménez y fue reportado como desaparecido hace tres años, y en los últimos hallazgos que se han documentado, el joven sacerdote no aparece.