El mexicano promedio es un hipócrita.
No se ofendan, pero es la verdad.
Y lo vemos cada septiembre con las llamadas fiestas patrias, que no son otra cosa que un pretexto para emborracharse y reunirse con los amigos y la familia.
De lo último no tiene nada de malo, al contrario, promueven esa unidad y la convivencia.
Eso sí, aunque todos estén con su celular en la mano y en la mente, pero eso sí, a un lado el plato de pozole y el disfraz de mexicano.
Pero digo que el mexicano promedio es hipócrita o de doble moral, porque mientras gritan el tan nacionalista “¡Viva México, cabrones!” añoran estar de fin de semana en Mc Allen o en Las Vegas, en donde invariablemente ese día boxea un mexicano.
Celebran a la patria con sombrero texano, con cerveza americana, con ropa china y con la gringuísima carne asada.
Así somos los mexicanos.
Celebramos al país y decimos sentirnos orgullosos de haber nacido en México, pero sólo la noche del 15 de septiembre, porque el resto del año lo dedicamos a reprochar a todo lo que huela a México.
Somos el país de las incongruencias.
Celebramos “la independencia nacional”, pero no sabemos que ni siquiera cómo se fraguó ni quiénes en realidad son los héroes que nos dieron patria y libertad.
Insisto, somos un país de ciudadanos incongruentes.
Ayer nos vestimos de manta y sombrero, pero el resto del año llamamos “indios” a los que todos los días, por su condición social, tienen que ponerse ese tipo de ropa.
Hoy con orgullo se tomaron un tequila porque eso los vuelve más patriotas, pero el resto del año toman whisky y cerveza americana. Y además lo presumen.
Sí, hoy comen pozole, pero el resto del año desprecian esta comida y prefieren hamburguesas, carne asada (tradición texana) y hot dogs.
Todo el año renegamos del país por la corrupción de sus autoridades, pero cuando nos detiene el Tránsito queremos “la atención”, ah, pero eso sí, “¡Viva México, cabrones!”.
Preferimos una película gringa mala o pésima a una mexicana de calidad…
Preferimos “mil veces” un producto gabacho a un “Made in México”…
Nos impresionamos con un invento del extranjero, pero critican y se burlan del invento de un paisano…
Creemos que Hernán Cortés vino a “robarse” nuestra identidad como país, pero ignoran que él fue el que la creó…
Reprochamos a los españoles por venir a humillar a los indígenas, pero llaman prieto, naco e indio a los que por alguna razón físicamente se parecen a esos indígenas que Cortés despreció.
Ah cómo odiamos a los conquistadores del país porque maltrataron a nuestra especie, pero muchos le rezan a la Virgen, a los Santos y a la Iglesia que trajeron esos odiosos españoles…
Se burlan de las leyes locales, pero se quitan el sombrero ante las de EUA y peor aún, las cumplen cuando van de compras al otro lado…
Hoy contestamos los vivas lanzados por los gobernantes pero no saben ni quiénes son ni cuál fue su participación en la historia.
A este país, y lo digo con todo respeto, le urgen, entre otras cosas, más que “héroes patrios” ciudadanos y gobernantes educados, honestos, capaces y sobre todo, congruentes e inteligentes.
EN CINCO PALABRAS.- Más que patriotas son patrioteros.
PUNTO FINAL.- Y al final, el tigre no es como lo pintaron. Se muestra dócil, sumiso y, sobre todo, obediente.
Twitter: @Mauri_Zapata