Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018, revela que Tamaulipas bajó su calificación estatal a 4.92 debido a las deficiencias que aún detectó la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Diagnóstico penitenciario de la CNDH 2018, revela que las cárceles en Tamaulipas todavía enfrentan deficiencias.
Hay sobrepoblación, hacinamiento, deficiente separación entre hombres y mujeres; Insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos.
La calificación fue emitida después de evaluar los CEDES de Matamoros que obtuvo 4.81 puntos; Reynosa 4.92; Nuevo Laredo 5.03; Ciudad Victoria 4.68 y Altamira 5.17 puntos.
La tendencia estatal reprueba en todos los rubros a Tamaulipas y lo sella con focos rojos.
La CNDH observó los aspectos que garantizan la integridad personal del interno; aspectos que garantizan una estancia digna; Condiciones de Gobernabilidad; Reinserción social del Interno y la Atención a Internos con Requerimientos específicos la entidad está mal calificada.
Si bien en el diagnóstico penitenciario no aparecen CEDES con sobrepoblación, la CNDH considera que en todos los penales evaluados, existe una tendencia a la alza, salvo el penal de Nuevo Laredo que va a la baja.
Cabe señalar que el Diagnóstico penitenciario se realizó bajo las condiciones que se tenían en el 2017.
A ese momento, el Penal de Matamoros con una capacidad de 1520 hombres y 112 mujeres, estaban internos 754 hombres y 40 mujeres.
En Reynosa con una capacidad de 1520 hombres y 112 mujeres, su población reciente es de 1,309 internos y 67 internas.
En el Centro de Readaptación Social de Nuevo Laredo con una capacidad de 1,111 reos y 70 mujeres se cuenta con 795 hombres y 37 mujeres.
Dentro del CEDES de Ciudad Victoria con la capacidad para 835 hombres y 65 mujeres, hay 905 hombres y 84 mujeres.
Mientras que en Altamira de 1530 internos y 26 internas, los espacios ocupados donde hay 774 hombres y 38 mujeres.
Los visitadores detectaron en los penales de Tamaulipas Deficiencias en la separación entre hombres y mujeres; Deficiencias en los servicios de salud; Insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos; Deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad.
Aún detectaron deficiencias en la alimentación, Insuficiencia de personal de seguridad y custodia; Deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias; Ejercicio de funciones de autoridad por personas privadas de la libertad.
Condiciones de autogobierno/cogobierno; Presencia de actividades ilícitas; Presencia de cobros (extorsión y sobornos).
Hay deficiencias de separación entre procesados y sentenciados; Insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación además de Deficiencia en la atención a personas adultas mayores y Deficiencias en la atención a personas LGBTTTI.
En contra parte, la CNDH observó “una apropiada” atención en la Capacitación del personal penitenciario; Integración y funcionamiento del Comité Técnico; Atención a personas que viven con VIH/SIDA.