El corazón del gobierno estadunidense está tenso de cara a la jornada electoral de hoy.
Se instaló una valla de seguridad adicional alrededor de la Casa Blanca para ayudar a defenderse de cualquier intento de violencia electoral por partidarios.
De acuerdo con la cadena NBC, Washington, D.C., está desde ayer en alerta máxima.
Desde la Casa Blanca hasta la Universidad Howard, la policía local y federal trabajaba horas extra para garantizar la seguridad de los votantes, los candidatos y los electores, reportó el medio de comunicación.
Además, los comercios cercanos al Capitolio, la sede del Congreso de la Unión Americana, están cercados con vallas metálicas y de madera, ante posibles protestas violentas o disturbios de simpatizantes del candidato republicano Donald Trump, ante un posible resultado que no le favorezca.
Entre los inmuebles resguardados están farmacias, cafeterías y restaurantes.
Si bien, están abiertos, cuentan con la protección de cara al arranque a las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
NO QUIEREN OTRO INCIDENTE COMO EL ASALTO AL CAPITOLIO
En la capital norteamericana, reportaron medios locales, existe preocupación de que se repita un escenario similar al del asalto al Capitolio en los comicios pasados, en la que una multitud de simpatizantes del candidato republicano Donald Trump, ingresó a la sede del Congreso con el fin de impedir que se ratificaran los resultados que daban la victoria al actual presidente Joe Biden.
Hasta hace unas horas, no ha habido ninguna amenaza específica.
Mientras tanto, perros detectores de bombas hacían sus respectivas rondas entre los autos estacionados a lo largo del National Mall en busca de cualquier irregularidad.
Por su parte, las autoridades locales anunciaron la activación de algunos miembros de la Guardia Nacional para responder a las fuerzas del orden locales.