Ciudad de México. El acelerado crecimiento del número de motocicletas en circulación se ha convertido en un desafío crítico para la movilidad y la salud pública en varios países de América Latina.
Colombia, con más de 12 millones de motos en sus calles y 5 mil 096 muertes anuales relacionadas con su uso, enfrenta una crisis nacional que impacta no solo las vías, sino también los sistemas de salud y seguridad del país.
Para Andrés Felipe Agudelo Espina, director del Instituto Colombiano de Seguridad en el Trabajo, uno de los factores clave en la alta siniestralidad es la falta de equipo de protección adecuado entre los motociclistas.
“A tal punto que hoy en día es el primer vehículo de más ventas a nivel país, pero obviamente eso tiene unas consecuencias nefastas para la el tema de la seguridad vial, ya que lamentablemente es el principal actor vial que más muere en nuestro país. Aproximadamente unos 5 mil motociclistas mueren cada año en Colombia producto obviamente hacer o conductor o pasajero o acompañante de este tipo de vehículo”.
En respuesta a esta situación, el gobierno colombiano ha implementado una serie de medidas obligatorias como los cursos de manejo en autoescuelas, la portación visible de placas y chalecos antirreflejantes, y restricciones de circulación similares al “Hoy No Circula” para reducir los riesgos.
“En Colombia sí o sí hay que pasar por una autoescuela, no es opcional, y pues en este caso también Colombia comienza a fortalecer sus procesos de seguridad activa y pasiva como prerrequisito requisito desde el ámbito comercial para que, pues las motos que vendan en este país sean motocicletas seguras desde el ámbito de seguridad pasiva y activa”, explicó Agudelo Espina.
Un panorama similar se vive en Costa Rica, donde cerca de 950 mil motocicletas transitan diariamente. En 2024, 271 personas perdieron la vida en accidentes relacionados con este tipo de vehículos, en su mayoría por exceso de velocidad e imprudencia al conducir.
Ante este escenario, el Gobierno costarricense ha reforzado su estrategia con programas educativos y campañas masivas de concientización. Roy Rojas, director de proyectos del Consejo de Seguridad Vial, explicó que incluso se está desarrollando un manual especializado para motociclistas.
“También nosotros tenemos una ya, ahorita estamos sacando el nuevo manual, un manual para formar conductores aquí lo forma el Estado, un manual de para motos exclusivamente para motos. Tenemos programas desarrollados del uso del casco, campañas muy importantes, aplicación de la normativa. La policía tiene, digamos, una prioridad en el tema de la detención de motocicletas”.
A diferencia de México, en Costa Rica también es obligatoria una revisión técnica anual para todas las motocicletas, lo cual permite detectar condiciones mecánicas inseguras y prevenir accidentes.
“Aquí en Costa Rica hay un programa de revisión técnica vehicular en que los vehículos, todos, exactamente todos, para tener un derecho de circulación —que es lo que sería en México el Predial— tienen necesariamente que ir a la inspección técnica, y ya nosotros tenemos para motos una línea especial de revisión de motos”, aseguró Rojas.
Mientras en Colombia y Costa Rica los gobiernos han apostado por regulaciones más severas, controles técnicos y educación vial, en México aún no se aplican medidas equivalentes. La falta de cursos obligatorios, inspecciones técnicas y políticas públicas específicas para motociclistas deja al país expuesto a una realidad alarmante que crece día con día en calles saturadas e inseguras.