El manejo de la tormenta Barry por parte del gobernador Américo Villarreal Anaya en Tamaulipas se ha caracterizado por una respuesta rápida, coordinada y preventiva, enfocada en minimizar riesgos y proteger a la población ante un fenómeno meteorológico de alto impacto.
Desde el anuncio del avance de la tormenta tropical Barry en el Golfo de México, Villarreal Anaya encabezó una sesión extraordinaria del Consejo Estatal de Protección Civil, en la que participaron representantes de los tres niveles de gobierno, así como mandos de la Defensa Nacional, Marina y Guardia Nacional.
En esta reunión subrayó la importancia de la coordinación y la unidad institucional, afirmando que Tamaulipas cuenta con la organización y capacidad resolutiva necesarias para enfrentar este tipo de emergencias.
Uno de los ejes centrales de la estrategia fue el refuerzo de las medidas de prevención.
Villarreal Anaya instruyó a su gabinete y a las dependencias estatales a mantenerse atentos y a informar de manera oportuna y clara a la población sobre la evolución de Barry, así como a dar seguimiento puntual a los pronósticos meteorológicos.
El objetivo era evitar afectaciones mayores, especialmente en el sur del estado y la región cañera, donde se preveían lluvias intensas y acumulados de hasta 200 mm, y en la Sierra Madre Oriental, con precipitaciones extremas de hasta 350 mm.
Entre las acciones concretas implementadas destacan la conclusión anticipada del ciclo escolar en los municipios más vulnerables, como Altamira, Madero, Tampico, Ciudad Mante y González, con el fin de salvaguardar a los estudiantes y personal educativo.
Asimismo, se habilitaron albergues temporales para las personas que pudieran verse afectadas por inundaciones, especialmente en zonas bajas de Tampico, Altamira y Madero.
La Secretaría de Educación Pública estatal también reprogramó la entrega de documentos oficiales y celebraciones escolares hasta que existieran condiciones meteorológicas seguras.
El monitoreo constante del fenómeno fue otro aspecto clave.
Las autoridades estatales y municipales mantuvieron vigilancia permanente sobre los escurrimientos y posibles inundaciones, activando protocolos de emergencia y garantizando la disponibilidad de recursos y personal para responder de manera inmediata ante cualquier contingencia.
El liderazgo de Américo Villarreal se reflejó en su llamado a la calma y a la responsabilidad social, enfatizando la necesidad de actuar en conjunto y de confiar en la capacidad de respuesta de las instituciones.
Su enfoque preventivo y coordinado permitió anticipar escenarios de riesgo y tomar decisiones informadas, priorizando siempre la seguridad de la población.
Por lo que vale la pena resaltar que la gestión de la tormenta Barry por parte de Américo Villarreal se distinguió por su organización, anticipación y trabajo interinstitucional.
ACCIONES DE LA UAT:
Por su parte, el rector Dámaso Anaya Alvarado, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), tomó acciones concretas y relevantes para atender la contingencia provocada por la tormenta Barry, puso a disposición del Gobierno del Estado el Gimnasio Multidisciplinarios de Tampico para ser utilizado como albergue temporal. Este espacio cuenta con capacidad para atender familias que requieran refugio durante la emergencia.
Además, la UAT suspendió actividades en la Zona Sur, Centro y Mante del estado para salvaguardar la seguridad de estudiantes, docentes y personal administrativo ante la llegada de la tormenta.
Se instruyó a las dependencias académicas a asignar guardias en sus centros de trabajo para atender cualquier eventualidad durante la contingencia.
Estas acciones se realizaron en coordinación con las medidas preventivas ordenadas por el gobernador del estado, reforzando el compromiso institucional con la protección civil, reflejando la prioridad dada a la seguridad universitaria y la disposición de la UAT, bajo la rectoría de Dámaso Anaya Alvarado, para responder de manera oportuna y responsable ante fenómenos meteorológicos.
Estas medidas se coordinaron en el marco de la sesión permanente del Consejo Estatal de Protección Civil, donde participaron autoridades estatales y federales, así como representantes de diversas dependencias y organismos de auxilio.
