Por Eduardo Piali
En Nuevo Laredo, la percepción ciudadana al arranque de las campañas electorales posiciona al PAN y al PRI –prácticamente- como los únicos organismos que competirán por una curul en la Cámara de Diputados.
Pero en ambos casos, la imagen pública de las abanderadas y la aceptación municipal, estatal y federal de ambos partidos serán factores que podrían jugar a favor o en contra de las correspondientes estructuras de Laura Zárate Quezada y Yahleel Abdala Carmona:
Ambas candidatas presentaron oficialmente sus plataformas el domingo: la diputada local con licencia pocos minutos después de las 12:00 y la ex secretaria general de tricolor una hora después.
Al pié del Monumento a Los Fundadores, Zárate Quezada dio un discurso inaugural que le costó trabajo leer, como prácticamente todos los escritos que recita frente al público y con un micrófono encendido, y junto a ella militantes y miembros activos del PAN neolaredense, entre ellos el Secretario de Ayuntamiento Ernesto Ferrara, el Presidente Municipal suplente Rubén Bazán, regidores, síndicos, secretarios de distintas dependencias e incluso miembros de Acción Juvenil; todos ellos al pié de un monumento recién reubicado y restaurado que brillaba color azul gracias debido a las lámparas colocadas con horas de anticipación.
Mientras tanto, Abdala Carmona celebraba una misa en la Iglesia de la Santa Cruz, en la colonia popular Infonavit Fundadores, junto al presidente del partido, Jesús Valdez Zermeño; el diputado local y Presidente la Junta de Coordinación Política, Ramiro Ramos Salinas, y su esposa y gerente de Diconsa Mónica García Velázquez; la ex diputada local, Rosa María Alvarado Monroy; y demás personas. Todos ellos vestidos de blanco y todos debajo de la tarima donde estaba Yahleel demostrando su talento en la oratoria –donde únicamente se expresaron frases demagógicas como “esta campaña se gana con votos, no con mentiras, compra de voluntades o promesas”-, y Claudia Ochoa, suplente.
Como personas, las candidatas no son muy distintas entre sí: vivieron tiempos difíciles en su vida privada, fueron regidoras y por el simple hecho de ser mujeres tuvieron incidentes con otros hombres dentro de sus respectivos ambientes de trabajo; ambas tienen negocios propios familiares exitosos y cuentan con cierto nivel de simpatía entre la sociedad de clase baja y media, es decir, el electorado duro.
Ambas candidatas se conocen entre sí. En numerosas ocasiones la panista ha declarado que su contraparte priísta es amiga de su hija y que por su parte hará campaña sin calumniar u ofender. “La conozco. Sé que vamos a llevar una campaña limpia, de mucho respeto. Somos damas las dos y sé que será una campaña de mucho respeto”, reiteró Laura Zárate, sin que Abdala contradiga o desmienta el dicho hasta el momento.
Ahora, el PAN en Nuevo Laredo tiene altos niveles de aceptación popular debido a los numerosos parques y proyectos de obra pública que se siguen llevando a cabo por toda la ciudad, el recorte burocrático en todas las dependencias de Ayuntamiento y la percepción positiva de seguridad que se mantiene entre los ciudadanos de clase alta y media.
De ahí el slogan del blanquiazul: “El cambio sigue con buenas ideas”, aludiendo completamente a la actual administración encabezada por Carlos Canturosas Villarreal y de manera indirecta impulsándolo para buscar la gubernatura tamaulipeca el próximo año.
Por su parte, el PRI reconoce sus bajos índices de popularidad a nivel local, mismos que se mantienen debido al reducido nivel de aceptación del Presidente, Enrique Peña Nieto a nivel nacional que en cierta forma repercute sobre Egidio Torre Cantú, Gobernador tamaulipeco.
Esto determinó que la frase de campaña de la priísta fuera “Voy por tu confianza” y generara un video en formato cinematográfico con un narrador que empeña un discurso generalizado sobre lo que representa recuperar la credulidad.
Por todo lo anterior, se infiere que la candidata Laura Zárate Quezada basará su campaña electoral principalmente en los méritos que Canturosas Villarreal y su Republicano Ayuntamiento ha promovido desde el inicio de la administración. Posiblemente después hable sobre su experiencia en el Congreso local.
Gracias a que el actual presidente del Comité Directivo Municipal y anterior pre candidato panista, Rafael Pedraza, decidió alinearse a la plataforma electoral, el PAN se percibe al exterior como un organismo saludable al interior; sin rupturas visibles y todos con básicamente la misma idea: proyectar a Carlos Canturosas a la gubernatura y no permitir que el senador, Carlos Cabeza de Vaca, sea elegido por el Comité Ejecutivo Nacional.
Y respecto al PRI, la juventud, presencia pública, y oratoria de Yahleel Abdala será clave para recuperar esa confianza que se lee en su eslogan. Sin embargo, el hartazgo hacia el tricolor en Nuevo Laredo es generalizado, y la imagen positiva que se percibe respecto al PAN solamente la tuvo el priísmo hace más de 15 años, cuando Horacio Garza Garza fungió como Presidente Municipal. Además, su discurso no va acorde a sus 30 años de edad, pues de acuerdo a los mismos ciudadanos se escucha “igual que todos los demás”.
Otra situación en el PRI este se ve dividió, pues de acuerdo a miembros del mismo partido hay muchos militantes que no estuvieron de acuerdo con la imposición de Yahleel como “candidata de la unión”, pues se hablaba de que muchos esperan su turno para figurar, siquiera, como precandidatos.
Si en los próximos 60 días existe alguna crisis interna dentro de estos dos organismos políticos, los nueve candidatos restantes aprovecharán para buscar el repunte en la campaña.
Así el panorama en Nuevo Laredo para estas elecciones federales. Todo es incierto