Por: Jaime Luis Soto
No cabe duda: En nuestro país, en este México Lindo y Querido, se venera a los muertos como en ninguna otra parte.
Aquí, hablar mal de los muertos es, mínimo, exponerse a un recordatorio maternal.
Y aquí, un muerto pasa a ser bien recordado sin importar que en vida haya sido una pésima persona, como muchos políticos.
Políticos que en vida roban a lo loco y los mexicanos los maldecimos a más no poder. Pero cuando se mueren a muchos se les olvida lo que fueron.
Aunque también hay buenas personas que al irse de este ingrato mundo se les recuerda con respeto y muchísimo cariño.
Pero, oiga Usted, también a los muertos de otros países los respetamos e incluso, hacemos que las obras que hicieron en vida ganen mucho dinero.
Ahí está el caso del actor estadounidense PAUL WALKER quien a raíz de su muy lamentable muerte hizo que la séptima entrega de Rápidos y Furiosos se convirtiera en el estreno más taquillero de todos los tiempos aquí, en México.
En tan solo cinco días, casi 6 millones de mexicanos acudieron a ver la película que si bien ha sido un éxito comercial en sus ediciones anteriores en esta ocasión implicaba ver la última actuación de WALKER y más aún, el ver como sus hermanos lo sustituyeron en varias escenas.
Somos sentimentales, hay que reconocerlo. Y aunque era extranjero, la muerte de PAUL WALKER causó mucha conmoción, sobre todo entre quienes les gusta acudir con frecuencia al cine.
PLAYAS LLENAS.
Como no ocurría desde hace varios años, en esta temporada vacacional de Semana Santa las playas, y otros sitios turísticos de Tamaulipas, estuvieron a reventar de paseantes.
Eso, la verdad, da gusto…
Da gusto porque significa derrama económica y permite que muchos tamaulipecos que trabajan en el sector turístico pudieran obtener ingresos para mantener a sus familias.
Más aun, eso demuestra que la imagen de Tamaulipas ante el resto del país y a nivel internacional está mejorando bastante.
Y sin lugar a dudas, se rompió record de asistencia de turistas.
Enhorabuena para nuestro Estado…