(Agencia)
David Martín del Campo promueve su novela ‘La inocencia de María’, un homenaje a María Luisa Puga a la vez que un llamado de atención sobre la destrucción del Caribe mexicano.
México.- “Como escritor, uno hace una investigación dura en libros y otras fuentes que no son precisamente literarias, porque debe transformar la realidad dura en literatura, volverla y ofrecerla al lector de una manera natural y verosímil. Nuestro trabajo es reinventar el mundo”, dijo David Martín del Campo (Ciudad de México, 1952) a propósito de su novela La inocencia de María (Lectorum, 2014).
María Montes es una museógrafa a punto de cumplir cuatro décadas de vida. Su matrimonio ha terminado estrepitosamente y decide hacer un viaje a Cancún para reconciliarse con la vida y poder terminar su primera novela. Podrá parecer un escrito más sobre la redención de una mujer adulta, pero esta novela hay que leerla entre líneas, pues su intención es hacer una crítica hacia la destrucción del Caribe mexicano.
Martín del Campo, detalló que el libro surgió de un recuerdo: a finales de los noventa entrevistó al pintor Raúl Anguiano, y al cuestionarle respecto a su participación en la expedición de 1954 a Bonampak, el artista rompió en llanto; le contó que excursión había sido una “verdadera tragedia”.
“La novela es, en apariencia, la historia de una mujer en la edad mediana que trata de superar la crisis de los 40, pero en realidad pretende contar el desafío que es para una mujer el escribir una primera novela. Al mismo tiempo hace un recuento de lo que ha sido el desarrollo y destrucción del sureste mexicano: la selva Lacandona y la planicie del Mayab en Yucatán durante los últimos 40 años”, explicó.
Cuando Martín del Campo conoció Cancún, en su juventud, el poblado era únicamente habitado por tres familias de pescadores, y con el paso del tiempo observó el acrecentamiento de la urbe turística. Aquello se plasma en el libro al reproducir una conversación que sostuvo con el explorador y periodista Harry Möller, quién le contó cómo el ex presidente Luis Echeverría señaló durante un vuelo sobre la selva que en dicha parte “inventaría” Cancún.
El también periodista explicó que su experiencia como reportero le ha significado una bendición, ya que sus viajes como corresponsal a las costas mexicanas, a África e, inclusive, a Los Pinos, le han servido para absorber conocimiento, registrar voces, historias y anécdotas que “uno va incorporando a lo largo de su trabajo literario”.
Respecto a la protagonista, el autor declaró que es un homenaje a las escritoras que buscan explorar su biografía a través de la literatura: “María Montes es muchas escritoras en potencia que he conocido, mujeres que entran en crisis porque están por cumplir los 40 años. Se les está acabando la juventud y sienten que es necesario contar su vida, pues piensan ha sido muy importante y distinta a la de sus madres, y siempre quieren escribir esa primera novela respecto a una revelación personal ante la vida”.
“También la novela es un homenaje a la escritora María Luisa Puga porque juntos íbamos a hacer una donde su personaje le escribía cartas al mío y viceversa. Pero nos distanciamos, y la homenajeo al hacer la personaje principal participe en un taller de escritura de ella, que aparece varias veces a lo largo del texto y que, precisamente, le da nombre al libro”, mencionó Martín del Campo.