Por: Isaac Molina Zapata
Los refranes y los dichos populares expresan la sabiduría de los pueblos. Así, en las pláticas cotidianas entre la gente suelen mencionarse frases como: El casado casa quiere; no por madrugar amanece más temprano; todo por servir se acaba; el que nada debe nada teme, o El miedo no anda en burro. Y así por el estilo podemos encontrar numerosas de estas frases que nacen de algún suceso o un hecho cotidiano.
Tratando de encontrar alguna referencia sobre cómo nació el dicho popular de que: EL MIEDO NO ANDA EN BURRO, hay información muy escueta que data de la década de los años sesentas. Se conoce que surgió de un cuento del que hablaba un anciano en la Ciudad de México, y que bien podría ser el origen de ese dicho tan popular.
Aunque normalmente ese dicho se asocia a una frase burlona dirigida contra aquellos que se precian de ser muy valientes y, al enfrentar un verdadero peligro huyen despavoridos, o sea, no andan en burro porque éste es demasiado lento, más bien salen corriendo por piernas o “como almas que lleva el “diablo”. Simplemente que como el miedo aterra e “inmoviliza”, no anda ni en burro ni en cualquier otro medio de locomoción.
Como se sabe, el miedo es el gran freno para cualquier cambio de vida. Nos sorprende en el peor momento y de la peor manera, exhibiendo ante nuestros ojos todos los peligros a los que nos exponemos y colapsando nuestra capacidad de decisión. ¡¡El miedo no anda en burro!!
Esta expresión se le dice a alguien que está atemorizado.
Y tal parece que en el actual proceso electoral al menos hay dos equipos de campaña o candidatos, que ni siquiera disimulan el pavor que tienen de perder la contienda, sobre todo al darse cuenta que las preferencias de plano no les favorecen. Se trata del Distrito VIII de Tampico, y el Quinto, del centro de la entidad.
En el primero de los casos -sintetizando un poco-, hay que señalar el evidente miedo que las huestes de Paloma Guillén le tienen al Partido Acción Nacional y a su candidata María Elena Figueroa Smith. Y hay suficientes pruebas de ello, primera, la infiltración de priístas en el proceso interno panista en el que salió ganadora la ex directora del Instituto de la Mujer en Tampico; pero al paso del tiempo los grupos internos de militantes sanaron sus heridas y cerraron filas fortaleciendo la unidad, por lo que el primer intento del PRI no funcionó. Después en una jugada maestra de los jerarcas tricolores estatales, convencieron a Eduardo Cantú Elías para que fuera candidato por el mismo distrito pero por un partido diferente. Sabedores que Cantú Elías tiene amigos en el PAN pensaron que con eso le ayudarían a su “Paloma”, pero con el paso de los días se dieron cuenta que Lalo sólo le quitaría votos al PRI, por lo que su segundo intento también falló.
Y ahora viendo cómo las preferencias de la ciudadanía le favorecen a Figueroa Smith, incorporan al panista Daniel Morales también como candidato en el VIII Distrito con la estafeta del Partido Verde. Y esto de plano fue “a la desesperada”, pues se dice en los cafés de la localidad, que Daniel Morales es un “cartucho quemado”, y los únicos votos que le quitará a los panistas serán el de él y los de su familia.
Así que por el temor de los priístas podemos comentar que “El miedo no anda en burro”.
QUINTO DISTRITO
La historia se repite en el V Distrito con cabecera en Ciudad Victoria, en donde a pesar de que la maquinaria priísta se dice muy poderosa, han buscado de distintas formas amedrentar al candidato del Partido Movimiento Ciudadano Gustavo Cárdenas Gutiérrez, a fin de forzarlo a que se baje de la contienda. El mismo Cárdenas Gutiérrez ha afirmado que el sistema le ha presionado de diferentes maneras para que se vea obligado a renunciar a la candidatura; y dichas acciones -dice Gustavo-, son el presionar a sus empresas, así como amenazas directas hacia su persona.
Y como no pueden lograr que se retire, orquestaron una denuncia por supuestos actos anticipados de campaña, situación que obviamente no debe ser real, pero eso muestra que a la mala pretenden descarrilar a Gustavo Cárdenas; el motivo: la marcada diferencia en la intención del voto a favor del empresario victorense, dejando por los suelos al candidato tricolor Miguel González Salum.
El candidato del partido Movimiento Ciudadano, aseguró que los otros partidos tienen miedo de llegar a las urnas, ya no quieren que el voto del pueblo elija a su representante en el Congreso.
“Nos quieren ganar la elección en los tribunales y no en las urnas”, afirmó Gustavo Cárdenas Gutiérrez.
Añadió: “ya no quieren competir, ya no quieren que el voto popular sea el que decida esta elección”.
GCG sacó a flote lo de una guerra sucia enfocada hacia Movimiento Ciudadano, pero particularmente contra él, por parte de contendientes que desde ahora saben que perderán la elección.
Por otro lado, vemos hasta futuras traiciones dentro de la maquinaria operativa que tiene asignada Miguel González Salum, representante tricolor por el V Distrito y quien en un descuido a la hora de la votación podría quedar en la tercera posición.
Y ése es otro ejemplo muy claro de que para los priístas de la capital, EL MIEDO NO ANDA EN BURRO.
Al parecer hay otros casos, pero en su oportunidad los comentaremos.
Como siempre la mejor opinión es la de usted, amable lector. Hasta la próxima.