(Agencia)
Ciudad de México.- Superposiciones. Arte latinoamericano en colecciones mexicanas es una exposición inusual: no tiene una temática definida, ni es una retrospectiva de la plástica de la región o artista alguno ni es por el gusto del curador, pero sí presenta algunas de las obras más importantes de arte moderno de AL, como Edulis, de Roberto Matta; cinco piezas de Joaquín Torres García –quien tendrá una muestra en el MoMA de Nueva York este año) y otras de Wifredo Lam.
La exhibición cuenta con 56 obras que proceden de las colecciones Tamayo, del Museo de Arte Moderno, Femsa Monterrey y Pérez Simón, las cuales fueron extraídas mediante una simple pregunta matemática: ¿Cuantas obras de algún artista se repiten en al menos dos de estos acervos? Y de esta manera se conformó una exposición que es una aventura por el hiperrealismo, surrealismo, la abstracción geométrica, el cinetismo y constructivismo. “Pero también es un manera de cuestionar qué es el arte latinoamericano, existe o no, es una construcción, un invento, porque la mayoría de los artistas hicieron su obra fuera de la región”, dice el curador James Oles.
Señala que no hay ejes ni es una retrospectiva del arte moderno latinoamericano, sino es el encuentro con la obra de Marcelo Bonevardi, Claudio Bravo, Sergio de Camargo, Arcangelo Ianelli, Wifredo Lam, Julio Le Parc, Roberto Matta, Armando Morales, Rogelio Polesello, Omar Rayo, Jesús Rafael Soto y Joaquín Torres García, que refleja dos cosas: una, los intereses pictóricos de Rufino Tamayo, Pérez Simón, Fernando Gamboa –quien adquirió la mayoría de la obra de latinoamericanos para el MAM- y los directivos de Femsa, quienes formaron el acervo en Estados Unidos.
Y segundo, añade, es llegar al universo y diversidad artística de los latinoamericanos, además de conocer que en el coleccionismo nacional “hay una verdadera riqueza por descubrir”.
CONSTRUCCIÓN. James Oles cuenta que el año pasado le invitaron del Museo Tamayo a realizar una exposición con su colección permanente. “Me entregaron la correspondiente al arte latinoamericano, cuya tercera parte es de artistas no mexicanos”.
Tras estudiar las obras y para no hacer una retrospectiva o muestra temática del arte moderno latinoamericano ni decidir qué obras se expondrían basadas en el gusto del curador, añade, “jugué con la pregunta: ¿cuántas obras se repiten en estas colecciones? El primer paso fue decidir que al menos una obra de artista estuviera en la colección Tamayo, y después si ese artista se repetía en dos o tres o las cuatro, será seleccionado. Ninguno de los elegidos está en las cuatro colecciones, pero tampoco hay mexicanos para ofrecer otro panorama del arte”
Entonces, agrega el curador, las matemáticas fueron las que escogieron las obras. Y entonces hubo el reto: cómo acomodarlas en el museo. Y entonces la solución fue que cada artista estuviera con sus dos, tres cuatro o hasta cinco obras como un grupo. “Tenemos una muestra diferente a lo que conocemos, que toman un tema, como el surrealismo, y le ofrecen conocimientos al público de esta corriente artística y luego ofrecen una conclusión. La realidad es que tenemos una serie de yuxtaposiciones de obras no esperada y que reflejan la diversidad creativa de Latinoamérica”.
La muestra se inaugura el sábado próximo y permanecerá hasta el 20 de septiembre en el recinto ubicado en Paseo de la Reforma 51, esquina Gandhi. Martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. 21 pesos entrada general. Domingo libre acceso.