(Agencia)
Ciudad de México.- La degradación del planeta y la pérdida de biodiversidad amenaza el sustento de más de mil millones de personas que viven en zonas secas y subhúmedas, por lo que el destino de la humanidad depende de la riqueza y variedad de los seres vivos.
El investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Fernando Álvarez Noguera, señala que el desarrollo de las sociedades humanas y la conservación de los ecosistemas naturales deben coexistir para lograr la sustentabilidad del planeta.
En el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica, a celebrarse este 22 de mayo, el especialista urgió a implementar políticas públicas que ayuden a mantener el equilibrio entre la explotación de recursos naturales y su preservación.
Se estima que más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y mil 600 más de los bosques, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que este año eligió para el festejo el lema “Diversidad biológica para el desarrollo sustentable”.
El organismo asegura en su portal electrónico en referencia a esta efeméride que la protección a la biodiversidad es esencial para el desarrollo sostenible, para el bienestar de los humanos, y clave para reducir la pobreza.
En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Álvarez Noguera explicó que todos los organismos que viven en el planeta regulan los ciclos de nutrientes y del agua, además de proveer una serie de servicios ahora llamados ambientales.
“Necesitamos alimentos, que son otros seres vivos: plantas y animales. Aunque existen cultivos y manejos para producirlos, éstos dependen de que haya biodiversidad, pues así se garantiza la variabilidad genética”, aseguró.
Por ejemplo, dijo, si un cultivo de truchas sufre una enfermedad y se pierde, para repoblarlo se requieren individuos silvestres, pero si acabaron con ellos en su hábitat natural, no hay marcha atrás para contar de nuevo con esa especie.
“Esa misma preocupación existe con el maíz, del que se estudian muchas variedades silvestres para mejorar los cultivos; eventualmente se tienen que renovar estos últimos con aquéllas, pero si ya no están en la naturaleza, hasta ahí llegamos con ese alimento ancestral”, expuso.
El biólogo y doctor en zoología mencionó que respecto al ciclo del agua, fundamental para la vida en el planeta, la vegetación captura el líquido y propicia la formación de cuencas de captación (ríos o manantiales), pero si se continúa con la deforestación el líquido desaparecerá y no habrá dinero suficiente para pagarlo.
“La nueva obra vial llamada Supervía Poniente, que en el Distrito Federal conecta a Santa Fe y el Desierto de los Leones, significó una gran devastación que afectó lo poco que queda de la zona de captación del Valle de México, y eso significará menos recurso para la urbe”, recordó.
Por todo lo anterior, Álvarez Noguera consideró que existen avances en la materia, pero aún falta poner en marcha políticas públicas que apoyen el desarrollo sin que éste signifique la destrucción de los ecosistemas naturales y de los aportes vitales que nos otorgan.