(Agencia)
Ciudad de México.- Por primera vez en la historia, dos haces de protones colisionaron a una energía de 13 TeV (teraelectronvoltios) en el Gran Acelerador de Hadrones (LHC) del CERN, el Centro Europeo de Física de Partículas.
Cada haz de protones consiguió circular a una energía de 6.5 TeV lo que permitió las colisiones a una energía de 13 TeV.
Estas primeras colisiones se realizaron para poder comprobar los sistemas que protegen al propio acelerador, a los imanes y a los detectores de las partículas que se desvían del haz, según explicó ayer el CERN en un comunicado.
Era clave que los test de seguridad se realizaran al mismo tiempo que los haces de protones circulaban y colisionaban entre éstos, para poder verificar cómo funcionan en condiciones reales.
Los choques se produjeron el miércoles por la noche y continuaron ayer para que los técnicos puedan seguir realizando pruebas de funcionamiento.
Estos test permitirán la puesta a punto del LHC para que esté listo y entren en funcionamiento los cuatro detectores: ALICE, ATLAS, CMS y LHCb.
Se espera que el acelerador vuelva a ponerse a funcionar a principios de junio y que los cuatro detectores comiencen a recabar información y datos en ese momento.
En esta nueva etapa de operaciones, el acelerador mejorado podrá utilizar toda su capacidad en favor de la física en el periodo comprendido entre 2016 y 2018, durante el cual pretende arrojar luz sobre la composición de la materia oscura.
El LHC es el mayor y más potente acelerador del mundo, con imanes conductores que funcionan a modo de pilas, y su energía almacenada equivale a la de un portaaviones desplazándose a 43 kilómetros por hora o a la de un avión Airbus 380 volando a setecientos kilómetros por hora.
El acelerador tiene la forma de un anillo de 27 kilómetros de circunferencia y se encuentra dentro de un túnel localizado a unos ochenta metros bajo tierra, en la frontera de Suiza y Francia.