(Agencia)
Ciudad de México.- Los vecinos de Lucy. Es la frase que designa el hallazgo en Etiopía de una especie no descrita en la literatura que vivió entre 3.3 y 3.5 millones de años atrás. Fue bautizado como Australopithecus deyiremeda e identificada mediante los fósiles de una mandíbula y sus dientes.
La revista Nature publica los resultados de la investigación sobre el origen del hombre en los yacimientos de Burtele y Waytaleyta, en Woranso-Mille, al noreste de Etiopía, la cual está dirgida por Yohannes Haile-Selassie, quien señala que “la nueva especie es otra confirmación más de que Lucy, representante de los Australopithecus afarensis, no fue el único potencial ancestro de los humanos que vivieron en lo que hoy se conoce como región de Afar, en Etiopía. Al menos hubo dos, si no tres, especies de humanos tempranos conviviendo en la misma zona y en el mismo momento”.
Al respecto, el geólogo español Lluís Gibert, quien participa en la investigación, dice que este homínido “es un nuevo eslabón en la evolución del linaje humano”.
El especialista de la Universidad de Barcelona destacó la importancia del hallazgo que “reabrirá el debate sobre la evolución humana… Siempre que se encuentra un fósil importante, hay un gran debate científico, y este hallazgo generará nuevas discusiones sobre los orígenes humanos”, afirmó.
Hasta ahora solo existía una especie definida en ese momento, que era el Australopithecus afarensis y por tanto “todos los homininos (subgrupo dentro de los homínidos) posteriores se suponía que evolucionaron de esa especie”.
Otras propuestas de homínidos contemporáneos a A.afarensis llegaron desde Kenia (Kenyantropus platyops) o del Chad (Australopithecus bahrelghazali) pero, según Gibert, “fueron recibidas con cierto escepticismo por parte de la comunidad de paleoantropólogos, quizás porque no existía una evidencia sobre el terreno de la coexistencia de esas especies con A.afarensis”.
A partir de este hallazgo y “ahora que tenemos un escenario distinto en Plioceno medio africano con más de una especie de hominino, es importante saber cuál de ellas evolucionó para dar lugar al género Homo”, dijo Gibert, por lo que “es necesario recuperar más fósiles y más completos en el Plioceno medio de África”.
“Algunos colegas van a mostrarse escépticos con esta nueva especie, lo que no es infrecuente. Pero aún así, creo que es momento para que investiguemos las etapas más tempranas de nuestra evolución con la mente abierta y examinando cuidadosamente los fósiles antes que descartar aquellos que no encajan con nuestras hipótesis antiguas”, dijo Haile-Selassie.
ENCUENTRO. La datación e identificación del fósil es la evidencia definitiva de que el Australopithecus afarensis compartió espacio y tiempo con otras especies de homínidos en el Plioceno medio en África.
Australopithecus deyiremeda, que significa pariente cercano en la lengua hablada por el pueblo Afar, se descubrió durante los trabajos realizados en marzo de 2011 sobre terrenos que habían sido lavados por la lluvia y el viento durante el invierno que hicieron aflorar nuevos fósiles en la zona de Woranso-Mille.
En los análisis, los investigadores señalan que el A. deyiremeda es claramente distinto al A. afarensis en ciertas características de la morfología facial, dental y mandibular. “El grueso del esmalte dental apunta a un patrón de dieta más rico y variado que en el caso del A. afarensis y probablemente más similar al del género Homo”
Lo anterior, añaden, sugiere que ambas especies podrían haber convivido en la misma zona sin alimentarse de los mismos recursos. De hecho, según el estudio, los dientes de la nueva especie son más gruesos, las mandíbulas más robustas y los dientes anteriores más pequeños.