(Agencia)
Ciudad de México.- Integrantes del magisterio disidente, que se encuentran en plantón en el Monumento a la Revolución, se dijeron temerosos de la evaluación que este mismo año comenzará a aplicar el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en la educación básica.
Entre los argumentos que los han llevado a rechazar la evaluación está el temor a que sea una prueba “selectiva”, en la que no se tome en cuenta aspectos tan importantes como las herramientas con que cuentan para poder impartir clases.
En una consulta realizada por Crónica a profesores paristas, algunos de éstos no fueron capaces de responder preguntas básicas del nivel educativo en que se encuentran, bajo el argumento de no recordar las respuestas.
Dijeron sin embargo que participan en las movilizaciones y plantones tanto en la capital del país como la Ciudad de Oaxaca por temor de perder sus plazas.
PRESIONES DE LÍDEREs. Denunciaron –bajo reserva de sus nombres— que existe presión por parte de dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes –afirman— suelen decirles: “Pues ustedes saben, si no apoyan las movilizaciones y los plantones ya andan perdiendo sus plazas”.
Dunia, de 50 años de edad y maestra de primero de primaria en Oaxaca, rechaza la aplicación de la evaluación, así como el hecho de que las plazas ya no puedan ser heredadas.
Refiere que ella heredó la plaza de su papá “y no estoy de acuerdo en que esta plaza, que ya es mía, me la quiten y no se la pueda yo dejar a mi hijo”.
Además, añade con notoria preocupación, la evaluación, la verdad, yo pienso que nada más es para correr a los maestros más viejos y contratar a los jóvenes.
-¿Cómo se siente usted para la evaluación que se comenzará a aplicar este mismo año?, se le pregunta.
-La verdad, yo y muchos otros maestros de Oaxaca, los que estamos con la Coordinadora, no vamos a hacer la prueba, que sólo busca ir dejando fuera a los más viejos, quienes ya hicimos nuestra labor y nos hemos ganado el lugar que tenemos; sobre todo los que batallamos al ser enviados a la sierra, en donde ni luz hay, ni internet. Allá sí que se sufre. No es como en las ciudades donde la enseñanza es diferente”.
ACABAN PAGÁNDONOS. -¿Con los días que llevan en paro, por el plantón acá en el Distrito Federal, no hay riesgo que sus alumnos pierdan el año?
-Acuérdese que los maestros de primero y segundo de primaria ya no podemos reprobarlos, pasan de grado en automático, aunque sí, la verdad es que algunos, quizá unos 20 de un grupo de 50 que tengo, van a pasar de año sin saber leer, pero pues nosotros ya no podemos hacer más.
-¿No tiene miedo a que le descuenten los días que han estado en paro en la ciudad de México y que desatendieron sus clases, sus grupos.
-La verdad, es que siempre acaban pagándonos, y si no atienden nuestras demandas pues acá vamos a seguir.
“¿LA TABLA PERIóDICA? ME AGARRA EN FRíO”. Consultada por separado, Gumersinda López, maestra de Química de secundaria, en Guerrero, demanda que la evaluación no se realice sólo con base en los conocimientos del maestro, sino que se tomen en cuenta otros aspectos como las condiciones en que se encuentran las escuelas, “muchos no tienen luz y obviamente tampoco internet, así no podemos adentrar a los jóvenes con el uso de las nuevas dichosas herramientas de la información y reforzar su aprendizaje”.
-Profesora, ¿recuerda cuántos elementos contiene la tabla periódica? (119)
-La verdad es que no me acuerdo en este momento, como hemos estado concentrados aquí en el Monumento, la verdad me agarra en frío, argumenta.
-¿Cuántos grupos hay en la tabla periódica? (18)
-No, tampoco, ¿qué me está haciendo un examen? –contrainterroga en tono serio.
-Oiga, pero si se acuerda cuál es el único metal cuyo estado es líquido…
-No, no me acuerdo; sí lo sé, pero no puede uno tenerlo todo en la cabeza siempre.
Enfadada, la maestra López se levanta y se pierde entre los cientos de plásticos a manera de techumbres que se instalaron en el Monumento a la Revolución.
Para entrevistar a algunos de los maestros disidentes se intentó conocer en el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) un par de preguntas de las que se plantearán en la primera evaluación que se realizará. Sin embargo, esto no fue posible, ya que los cuestionarios están resguardados con el fin de evitar la sustracción o venta de los mismos.
La evaluación busca mejorar el perfil de los docentes frente a grupo, debido a que apenas en enero pasado 60 por ciento de los 16,283 maestros que presentaron su evaluación para obtener una plaza como docentes, fueron calificados como “candidatos no idóneos”.
Con base en la información de la Secretaría de Educación Pública (SEP), de los 16,283 aspirantes, sólo 6,564 obtuvieron la calificación necesaria para aspirar a uno de los casi 5,000 puestos, mientras que 9,719 fueron rechazados por no contar con el perfil adecuado.
NOS PROMETIERON UN BONO. Por separado, María Martínez, profesora de Física, puntualiza la enorme necesidad de tomar en cuenta el medioambiente en que se desenvuelven los estudiantes, antes de aplicar una “evaluación punitiva”, en perjuicio de los maestros.
Señala que su presencia en las movilizaciones es para respaldar la exigencia de que se derogue la reforma educativa y la evaluación como está planteada, “porque más que buscar su promoción y ascenso pareciera que busca la salida de muchos maestros”.
“No es cierto que a los que no pasen les van a dar tutorías para que se pongan al corriente. Y si a la tercera evaluación no más no la hacen, los asignan a otra área… ¡No! ¡Imagínese! Eso sólo va a generar más burocracia en otras dependencias gubernamentales”.
Luego hace una confesión:
“La verdad es que nos prometieron un bono… Todavía no sabemos de cuánto va a ser, eso ya será al final de las movilizaciones y del plantón. Porque diario tiene uno que pasar lista para demostrar que aquí seguimos. Y en estos tiempos en que no hay dinero que alcance, lo que nos den es bueno”.
-¿Maestra, usted me podría decir cuántas y cuáles son las Leyes de Newton?
-Sí, son tres que tienen que ver con la mecánica y el movimiento de los cuerpos, el movimiento de los astros, entre otros aspectos.
-¿Le tiene miedo a la evaluación?
-No, en realidad, no. A lo que sí le tengo miedo y con lo que no estoy de acuerdo, es que la capacidad de quienes apliquen las pruebas y de quienes las evalúen no sean las idóneas. Qué tal que soy evaluada por alguien que sabe menos que yo.
La maestra Martínez se despide, al tiempo que sonríe y su delgada y pequeña figura se pierde entre la maraña de lazos que sostienen las casas de campaña en el Monumento a la Revolución.