Ahora que el nombre de Lauren Wasser, saltó a la red más allá de su trabajo como modelo, muchas mujeres se preguntan si será seguro usar tampones, pues ella está a punto de demandar a Kotex porque en el año 2012 perdió una de sus piernas debido al síndrome del shock tóxico, una reacción rara que afecta quizá a una mujer en toda una generación. Pero al final un mal que existe.
Los síntomas se generan como un resfriado, fiebre, debilidad y mareo, lo genera una bacteria que se desarrolla en la vagina por el uso extremo de un tampón, es decir, usarlo más de cuatro u ocho horas.
Los factores para que se desarrolle la bacteria causante del shock tóxico son diversos y reaccionan siempre que un sistema inmunológico no resiste su propagación, por la misma debilidad de este.
A lado de esta controversia de salud femenina, también se generaban el miedo al uso de los tampones y toallas sanitarias por cuestiones ecológicas, pues cada una de ellas y se vinculaba incluso con el uso de dioxina, una sustancia que sirve como blanqueador de los materiales absorbentes utilizados en la elaboración de toallas y tampones.
Haciendo un cálculo personal, una sola mujer de cuarenta años podría haber desechado en su vida hasta 3 mil 840 toallas sanitarias.
El contacto con el sangrado vaginal que además es visto como un fenómeno femenino desagradable, hace que las propias mujeres sigamos en silencio, sin preguntar, sin imaginar que pueden existir hasta soluciones más amigables con el medio ambiente y la salud, entre ellas las toallas sanitarias reusables y las copas menstruales.
El uso de los químicos en distintas presentaciones de los productos auxiliares de las mujeres durante el período menstrual dependen de cada una, leer, investigar sobre los elementos hace la mejor campaña de concientización, pues imponer más ideas a la sociedad evita la práctica de toma de decisiones, un elemento del desarrollo personal que debemos poner en práctica las mujeres.