Ciudad de México.- En su segundo día de visita en Kenia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio una lección a su anfitrión Uhuru Kenyatta, acerca del historial con los derechos de los homosexuales, y al defender a esta comunidad aseguró ayer en rueda de prensa que ningún país debería discriminar a los ciudadanos por su orientación sexual, en clara alusión a los numerosos países africanos en los que la homosexualidad es delito y tiene muy poca aceptación social.
“¡Jambo!” —”hola” en suajili— fueron las primeras palabras que pronunció públicamente Obama en suelo keniano, durante la inauguración ayer de la Cumbre Global de Emprendedores.
CREENCIAS. Durante este foro, Obama señaló que, ante la diferencia de creencias religiosas y culturales, lo importante es cómo el estado reacciona ante la discriminación hacia las personas del mismo sexo.
Si alguien respeta la ley, trabaja, respeta las normas de tráfico y hace todo lo que un buen ciudadano debe hacer y no causa daño a nadie, la idea de que va a ser maltratado porque es distinto es simplemente errónea, dijo.
El mandatario estadunidense recordó que su país tiene una larga experiencia en las consecuencias de tratar a la gente de manera distinta desde un punto de vista legal y puso como ejemplo la esclavitud y la segregación racial, dos cuestiones que han marcado a la sociedad estadunidense.
DIVERGENCIAS. Por su parte, el mandatario keniano recordó al presidente de EU que, si bien ambos países comparten muchos objetivos y valores, hay otros aspectos en los que no están de acuerdo, como los derechos de los homosexuales, que no son una prioridad para su gobierno.
El presidente Kenyatta consideró que el país tiene asuntos mucho más importantes que tratar, como la sanidad o las infraestructuras, y que, una vez se hayan resuelto, será posible comenzar a hablar de otras cuestiones como la homosexualidad.
En Kenia, las relaciones homosexuales son un delito castigado con 14 años de prisión y, recientemente, el vicepresidente del país, William Ruto, declaró ante la prensa que tenía conocimiento de que en Estados Unidos se habían legalizado la homosexualidad y otras cosas sucias.
TERRORISMO. En otro momento de la conferencia, Kenyatta pidió ayuda a Obama para cambiar la imagen de un continente atravesado por “la narrativa de la desesperación y la indignidad”, y especialmente de Kenia, primera potencia del este africano muy debilitada por el terror del grupo yihadista somalí Al Shabab.
Obama aseguró que Al Shabab está siendo “sistemáticamente” debilitado, pero reconoció que ello “no significa que el problema esté resuelto”. Asimismo, se comprometió a continuar los esfuerzos de EU en la lucha contra este grupo extremista y cooperar para lograr que Somalia, de donde prcede ese grupo terrorista, tenga un “gobierno efectivo”.
Por otra parte, Obama rindió homenaje a las víctimas del atentado de Al Qaeda contra la embajada estadunidense en Nairobi en 1998, que dejó 213 muertos, al colocar una ofrenda floral de lirios blancos y una cinta azul y roja frente al monumento en Nairobi que recuerda a las víctimas.