México DF.- Dicen que los números no mienten…sin embargo se pueden usar los números para falsear la realidad.
Así lo hizo la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, al inaugurar el VI Foro de la Democracia Latinoamericana en el Antiguo Colegio de San Ildefonso en el centro de la República.
La canciller dijo que los ciudadanos queremos gobiernos que acorten las brechas de la desigualdad económica y social, lo que implica gobiernos más transparentes y efectivos.
-¿Y ella no forma parte de este gobierno?, susurró una maestra de la Universidad Nacional Autónoma de México quien asistió al foro que comenzó el miércoles y concluye el viernes 23 de octubre.
América Latina ha tenido el mayor crecimiento de 8 zonas del mundo, en la última década con un 2.6 por ciento, comparado con el .3 de la Unión Europea y el 1% de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Mientras que el TEPJF declaraba anuladas las elecciones en Colima, los expertos señalan en el foro de Democracia que en el caso mexicano sólo 2 de cada 10 ciudadanos se sienten satisfechos electoralmente.
Sin embargo de México no dijo nada.
Prosiguió: La pobreza ha disminuido de 45 a un 28 por ciento en los últimos 12 años; el salario mínimo ha aumentado un promedio del 60 por ciento en la última década.
Crítica, la hija del ex líder nacional del PRI, Francisco Ruiz Massieu, subrayó que el 80 por ciento de la población de latinoamericanos vivimos en ciudades, que el 20 por ciento más rico detenta más de la mitad de los ingresos totales, y el 20 por ciento más pobre, sólo el 4 por ciento.
Olvidó referirse a los gobiernos neoliberales, el más importante de su tío el expresidente de México Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) hizo posible que se inscribieran en la lista de más ricos de AL, el tercero de 10 nombres y el segundo más rico del planeta: Carlos Slim Helú al casi regalarle Teléfonos de México.
Su acre discurso tal vez se debió a que los organizadores olvidaron incluir en el programa a personajes y políticos de izquierda, sólo de la derecha y del PRI participaron.
El Sexto Foro de la Democracia, convocado por el Instituto Nacional Electoral (INE), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la UNAM entre otros, reúne a ex presidentes, académicos y representantes electorales de América Latina y El Caribe, integrada por 33 países donde vivimos el 9 por ciento de la población mundial, y 28 de cada 100 habitantes son menores de 14 años de edad.
Los mexicanos, los más insatisfechos.
Francisco Guerrero, secretario para fortalecimiento de la democracia de OEA, dio a conocer los datos del Latinobarómetro 2015 que indican que América Latina es el continente más insatisfecho con su democracia con un 37 por ciento, a diferencia del asiático que tuvo un nivel del 70%, Europa con 49, África con 42. Y en el caso mexicano sólo 2 de cada 10 ciudadanos se sienten satisfechos electoralmente.
El nivel de satisfacción que existe con el ejercicio de la política y las expectativas que los ciudadanos construyen en torno a lo que esperan de los gobiernos, no se corresponde necesariamente.
Por otro lado, dijo, es importante revisar las campañas políticas, qué tanto están llegando los mensajes de los políticos a los receptores del mensaje, es claro, corresponde con las expectativas, las campañas están siendo importantes para resolver las necesidades de la gente?.
Narro por los jóvenes.
En el que fuera uno de los principales centros educativos que fundaron los Jesuitas en 1583, el rector de la UNAM José Narro Robles dijo que sin educación, las cosas importantes de la vida no son posibles, “la educación no tiene todas las respuestas a los problemas de la sociedad no hay respuesta cierta y duradera, siquiera para uno de los problemas importantes”.
La educación cuesta, pero es más importante entender que no educar es más costoso…y no educar es hipotecar el futuro, dijo el médico a quien le quedan 26 días al frente de la máxima casa de estudios pública del país.
Nuestros países –subrayó- deben transitar por nuevos esquemas de desarrollo donde el conocimiento sea mejor valorado, donde la cultura sea preservada, donde los valores laicos se cultiven, donde los jóvenes no tenga que exigir que se les regrese la esperanza y se les asegure su futuro.
Lástima Margarita
En la mesa “Mecanismos para la viabilidad de la democracia en contextos de desigualdad”, hubo inequidad: sólo una mujer, la panista Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Y aunque se esperaba al menos un discurso y propuesta de género, o de país, o un posicionamiento político importante, ya que ha dicho que quiere ser presidenta de México, Margarita dijo muy poco.
Tras el presídium del Foro, observaba “La Creación”, el mural que Diego Rivera pintó en el Anfiteatro Simón Bolívar en 1922 que representan las 4 virtudes: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Continencia.
Y a la panista, tal vez le llegó más la continencia, porque lo más espectacular que dijo fue que las consecuencias de la desigualdad las estamos teniendo todos y estamos en el mismo problema, para darle vialidad se requieren mecanismos importantes que tienen que pasar por tener un Estado eficaz y no hay democracia eficaz si no hay igualdad, palabras que ya habían repetido los ponentes.
Las prisas y rollos de Mancera
Por su parte, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Miguel, uno de los dos políticos que compartió mesa con Margarita Zavala, reiteró que para consolidar el sistema democrático, se requiere impulsar la educación, la redistribución de la riqueza, la lucha contra la corrupción y un andamiaje jurídico que no sea de apariencia.
Aunque inicialmente señaló que al término de los ocho minutos de sus palabras se retiraría porque tenía “asuntos importantes que atender”, al final se esperó para concluir la mesa.
¿Riesgos?
En los primeros dos días de trabajos, los ponentes concluyeron que en AL tenemos una insatisfacción en la democracia, porque no basta con garantizar la efectividad del sufragio, sino que se requiere de gobiernos que acorten la brecha de la desigualdad económica y social, porque ello vulnera y arriesga la permanencia de la democracia misma.