Ciudad de México.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no descartó el móvil terrorista para explicar lo ocurrido al avión ruso que cayó el pasado fin de semana en la península del Sinaí, en Egipto, con 224 personas a bordo.
“Creo que existe la posibilidad de que hubiera una bomba a bordo. Tomamos muy en serio eso”, señaló Obama en una entrevista, en la que comentó que Estados Unidos tratará de investigar “exactamente” qué provocó el siniestro.
Horas antes del pronunciamiento de Obama, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que es “probable” que el avión ruso que se estrelló el sábado en la península del Sinaí, tras despegar de la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, fuese derribado por una bomba.
En una declaración en la residencia oficial de Downing Street, Cameron afirmó que no hay “certeza” de que haya sido un artefacto explosivo, pero parece cada vez “más probable” que lo fuera.
¿Atentado del EI? Fuentes de la inteligencia estadunidense citadas en las últimas horas por varias cadenas televisivas del país, el avión ruso que cayó con 224 personas a bordo en la península del Sinaí pudo haber sido objeto de un atentado del Estado Islámico (EI) o algún grupo yihadista vinculado a él.Por el momento, se desconocen las causas del siniestro, pero la rama egipcia del EI, Wilayat Sina, asegura haber derribado el avión, aunque no ha ofrecido detalles sobre cómo perpetró el ataque.
Moscú, a la defensiva. Rusia hizo ayer un llamado a esperar los resultados de la investigación del siniestro del avión de pasajeros ocurrido el sábado pasado en Egipto, ante las versiones cada vez más insistentes de que la nave pudo ser objeto de un ataque terrorista.
“Al evaluar las causas de la catástrofe aérea del A321 en Egipto es necesario operar con los datos que se obtengan en el curso de la investigación oficial que se encuentra en marcha”, dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, tras sostener una conversación telefónica con el primer ministro británico, David Cameron.
Pero la posibilidad de que un acto terrorista fuera la causa de la catástrofe del Airbus 321 ruso, como apuntan Washington y Londres, incomoda a los dirigentes rusos.
El jefe del Comité de Exteriores del Consejo de la Federación (cámara alta del Parlamento), Konstantín Kosachov, opinó que en la decisión del Reino Unido de interrumpir los vuelos a Egipto contiene “elementos de presión psicológica” sobre Rusia. “Hay una oposición geopolítica a las actividades de Rusia en Siria”, dijo Kosachov.
La frialdad (al menos en público) de Putin ante la tragedia de sus compatriotas fue ayer objeto de críticas en las redes sociales y en las columnas de algunos periodistas.
“Putin, al que las encuestas dan un apoyo popular del 90%, no quiso interrumpir su fin de semana. El hombre que lloró al ser reelegido y por el cual se ha luchado en Donetsk [Ucrania] y en Siria, no consideró necesario echar a perder sus días libres”, escribió Karina Orlova en el diario El Eco de Moscú.