Ciudad de México.- La llegada de 400 soldados turcos al norte de Irak para apoyar a las fuerzas que luchan contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) suscitó ayer el rechazo del Gobierno de Bagdad, que exigió su retirada inmediata.
El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, calificó de “violación de la soberanía iraquí” la entrada el viernes de fuerzas turcas con armamento pesado en la provincia de Nínive, cuya capital, Mosul, está tomada por el EI desde junio de 2014.
Al Abadi denunció que esta decisión de Turquía fue tomada “sin consultar o pedir permiso a las autoridades iraquíes”.
Liberar Mosul. Ambos líderes exigieron la retirada inmediata de las tropas turcas, mientras que el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, defendió que el envío de efectivos es entrenar y asesorar a las fuerzas iraquíes que se preparan para expulsar al EI de la ciudad de Mosul.
Esta ciudad, la segunda más grande de Irak, es el principal feudo del EI en el norte de ese país y aguarda desde hace meses la prometida ofensiva del Ejército iraquí para liberarlos de los yihadistas.
Las nuevas fuerzas turcas llegaron al campamento de Al Zalkan, a 25 kilómetros al norte de Mosul, que cuenta con más de 80 mil combatientes de la milicia suní iraquí Multitud Nacional.
Un responsable de ese campamento, que pidió el anonimato, reveló que los refuerzos turcos llegaron con 25 tanques y blindados, ametralladoras de mortero y tres helicópteros militares, lo que despierta dudas sobre su misión únicamente de entrenamiento.