Ciudad de México.- El precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó ayer que no descarta la idea de competir como independiente a la Casa Blanca en 2016, tras las numerosas críticas de su partido a su polémico plan de prohibir la entrada de musulmanes en el país.
“Si no recibo un trato justo, ciertamente lo consideraría [una candidatura independiente]”, señaló el magnate inmobiliario en declaraciones a la cadena televisiva ABC.
Trump, quien lidera por 20 puntos al siguiente aspirante conservador mejor situado, ya amagó con esa idea ayer en Twitter, y para advertir del daño que esto haría al Partido Republicano, de cara a las elecciones de noviembre del año que viene, citó un sondeo del diario USA Today, en el que indica que el 68% de sus seguidores le darían el voto si se postulase como independiente, frente a sólo un 18 % que le retiraría su apoyo.
Críticas. El multimillonario optó por dejar esa puerta abierta tras el aluvión de críticas recibidas por su propuesta de prohibir la entrada al país de todos los musulmanes, algunas de ellas procedentes de otros candidatos republicanos o del líder en el Congreso, Paul Ryan, quien el martes dijo que Trump “no representa los valores del partido ni del país”.
El último dirigente republicano en pronunciarse fue la ex gobernadora de Nueva Jersey, Christine Todd Whitman, quien dijo ayer que “si se mira y se lee nuestra historia en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, [la idea de Trump] es el tipo de retórica que le permitió avanzar a Hitler”.
La comparación con Hitler ha copado incluso la portada del diario Daily News de Filadelfia, que el martes publicó en primera página una foto del multimillonario con la mano alzada como si hiciera el saludo nazi y el titular “El nuevo furor”, en referencia a la palabra führer, como se conocía al dictador alemán.
La polémica también sacudió ayer a Nueva York, ciudad natal de Trump, donde líderes religiosos, políticos y activistas unieron sus voces para decirle al magnate que su “intolerancia” y retórica “racista y divisoria” no tienen cabida en Estados Unidos.
“Ya es suficiente” y “Todos somos uno” fueron las consignas que unieron a católicos, judíos, musulmanes, protestantes, metodistas y budistas, latinos, afroamericanos, asiáticos y anglos, en un abarrotado acto frente a la alcaldía de Nueva York.
Boicot británico. Fuera de EU, la polvareda alcanzó al Reino Unido, donde 300 mil personas firmaron una petición al Parlamento británico para vetar la entrada a ese país del precandidato republicano por “su discurso de incitación al odio”.
Desde este año, la web del Parlamento británico permite a los usuarios enviar peticiones para transmitir sus “preocupaciones” al Gobierno y, si tienen más de 100 mil firmas, son “consideradas para debate” en los Comunes.
El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, tachó los comentarios de Trump de “tonterías” y apostilló: “La única razón por la que yo no iría a algunas zonas de Nueva York es por el riesgo de toparme con Donald Trump”.
Paralelamente, la universidad escocesa Robert Gordon, en Aberdeen, informó ayer de que le ha retirado el doctorado honorífico en Administración de Empresas que le concedió en 2010 a Trump, cuya familia es de origen escocés. Al tiempo, el Gobierno de Edimburgo ha revocado su estatus como embajador de la red empresarial GlobalScot.
Hasta en Israel, en permanente conflicto con los árabes por la ocupación de territorios palestinos, la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, aseguró que el mandatario judío conservador rechaza el plan antimusulmán del multimillonario, tras confirmar poco antes que ambos se reunirán en Jerusalén el próximo 28 de diciembre.