Ciudad de México.- El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados, advierte que incrementar el aseguramiento de los cultivos en México está condicionado por las limitaciones presupuestales, ya que los programas del gobierno se deben ajustar a los recursos asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
El 56 por ciento de la superficie arable estaba protegida en 2013; la cifra fue baja en comparación con la de EU
En su informe “Los Programas del Seguro Agrícola de la ‘Farm Bill’ (Ley Agrícola) 2014 de los Estados Unidos”, precisa que aunque los subsidios a este rubro han aumentado en México durante los últimos años, todavía no se encuentran al nivel del vecino país del norte, mercado con el que el agro nacional está muy integrado.
Refiere que las hectáreas aseguradas en México crecieron de dos millones en el año 2000, a poco más de 14 millones para 2013, lo cual representa el 56 por ciento de total de la superficie arable y con cultivos permanentes; empero, en Estados Unidos, a través del Programa Federal del Seguro de Cultivos, se cubrió el 78 por ciento.
En la Unión Americana se garantizan los recursos “que sean necesarios” para proteger el campo. Para el periodo 2014 – 2018 se autorizaron más de 41 mil millones de dólares para operar el Título XI de la Farm Bill, dedicado al Seguro de Cultivos, el cual, entre otros factores, protege al campo estadounidense contra pérdidas por catástrofes.
Aunque el CEDRSSA no precisa el monto que se destina en nuestro país en esta materia, insiste en que la expansión del aseguramiento al campo en México está limitada por los montos que se etiquetan en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
Otro obstáculo es la cultura de aseguramiento de los productores mexicanos, “escasa” en comparación con los agricultores estadounidenses, quienes valoran más la importancia de este tipo de protección.
El Centro de Estudios destaca la relevancia de analizar las políticas públicas agropecuarias de los Estados Unidos, al ser nuestro principal socio comercial y competidor. Aproximadamente, el 75 por ciento de las importaciones y el 77 por ciento de las exportaciones primarias tuvieron como origen y destino ese país en 2014.
Con este tipo de análisis se podrán “evolucionar, cambiar y mejorar los instrumentos de aseguramiento agropecuario en nuestro país”, concluye.