(Agencia)
Ciudad de México.- La cultura en el país debe dejar de verse como un accesorio, para implementarse como una estrategia a nivel federal, estatal y local, capaz de lograr la inclusión social y ser una alternativa para la recomposición del tejido social. Así lo expresó Alejandra Frausto Guerrero, directora de Culturas Populares, durante la mesa inaugural del encuentro Cultura, paz e integración social, que se lleva a cabo en la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Durante su participación, la funcionaria aseguró que a partir de la cultura los seres humanos pueden volver a “rearmar el fragmentado tejido que vemos ahora”, pues resaltó que el país cuenta con la realización de costumbres aun en zonas de violencia.
Por esta razón, agregó que es necesario el combate al miedo a través de recuperar la confianza en salir con la familia al cine, convivir en espacios públicos y hacer uso de sus tradiciones con naturalidad.
“Tenemos que fortalecer la naturalidad y reconocer al país por lo que es, una riqueza de tradiciones, usos y costumbres con la mayor diversidad de América Latina; por lo que cada lugar o entidad del país es vital en la regeneración del tejido social”, expresó Frausto Guerrero.
En este sentido, resumió en cuatro los objetivos que tienen los programas públicos: “transformar el espacio público como un lugar de interacción comunitaria”, el “combate al miedo y la recuperación de la confianza” y “fortalecer la dignidad identitaria y la economía familia”.
VIOLENCIA COMO SITUACIÓN NATURAL. Durante su intervención, Lucina Jiménez López aseguró que México necesita construir una “ética global incluyente”, que permita a todo el país, desde cualquier punto habitable, desarrollar su cultura como una forma de confrontar la violencia por la que atraviesa.
“Hoy vivimos en un contexto donde la humanidad responde a la crisis del poder a través de una división entre el odio y la intolerancia, con una gran ausencia de justicia”, explicó Jiménez López en el Auditorio Divino Narciso.
Agregó que la paz es necesaria en el país, que ahora atraviesa por una “violencia neuronal”, que acopla las mentes de la colectividad a ver los actos de barbarie actuales como una situación natural.
“Llegar al extremo de que la violencia actual parezca natural hace anchos los márgenes de la violencia y genera poco dolor y comprensión hacia el otro (…) es indispensable el reconocimiento y ejercicio de la diversidad y ejercicio de la ciudadanía”, expresó la antropóloga.
Parte de la construcción de la “ética global incluyente” que propone Lucina Jiménez López, se genera cuando existe conciencia y control del cuerpo como elemento individual y que brinda identidad.
Las funcionarias compartieron la mesa inaugural con Ricardo Forster, secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional del Ministerio de Cultura Argentina, así como con Arturo Martínez Núñez, secretario de Cultura del estado de Guerrero.
ENCUENTRO, REFLEXIONES Y CULTURA. Cultura, paz e integración social, es el encuentro en el que participan especialistas y funcionarios de cultura de México, Argentina, Colombia, Chile, Reino Unido y Venezuela.
La intención de reunir a funcionarios y académicos en estas mesas es reflexionar y dialogar sobre el papel que tiene la cultura en los distintos países, como herramienta de desarrollo e integración social.
“Es desde las humanidades que hay que pensar la cultura y el sustento de la política; los principios legitimadores del orden tienen que reposar en cierta comprensión de lo humano y de la vida; es ahí donde debe pensarse la democracia…”, expresó la mañana de ayer Carmen Beatriz López Portillo, rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, al inaugurar el encuentro.