Por Itzchel Moreno
Abrir una escuela para señoritos, fue la idea, que en su momento me pareció descabellada… Pero el más adultecente de mis amigos, veía en este concepto una oportunidad de negocio.
Con los años, el sueño se ha hecho realidad y los cambios sociales empujan a muchos hombres a llevar los roles que por años se le adjudicaron a las mujeres.
Ellas no se quedan atrás, por supuesto. Y ambos se han vuelto compartidos en el ámbito laboral.
Hoy existen sin tapujos los amos de casa, El País, periódico español, los contabilizó como 445 mil 200 hombres amos de casa en España.
En 2012, se decía que en México vivía esta tendencia el 21.5 por ciento de los hogares en pareja. Ellos habían tomado esta decisión y citaban a la revista FORBES para decir que un tercio de las 187 mujeres más poderosas del mundo estaban casadas con un hombre que se quedaba en casa.
El término, se comenzó a usar hace 20 años en Estados Unidos y en México De la Riva Group, una empresa de investigación de mercados a nivel internacional, destaca en un análisis de microtendencias, realizado por María Dolores Soberanes Díez, que cuatro de cada diez mujeres son económicamente activas.
Por otro lado, los amos de casa, decidieron asumir la administración del hogar, por cuestiones prácticas, porque perdieron su trabajo, porque su pareja tiene mejores oportunidades o por gusto.
De la Riva Group, contabilizó hasta el año 2010, a 488 mil 596 amos de casa en México y en otros países se han observado cambios en la legislación porque la tendencia no parece ser una moda, al contrario la aceptan con facilidad las nuevas generaciones y la resisten los que nacieron antes de 1960.
Se dice que las mujeres cada vez ganan mejor trabajando fuera del hogar y los hombres mientras disfrutan de los hijos han encontrado mercado para sus nuevas funciones, y muchos siguen los consejos de Pedro Caballero, un español con toda una página para orientar a los nuevos hombres y donde otorga recetas fáciles, técnicas de planchado que podrían servir para las mujeres que por primera salen a vivir solas.
Si te decides por esta tendencia debes considerar no sentirte obligado a estar en casa y hacer caso omiso de los comentarios que puedan surgir a un costado del camino.