Ciudad de México.- El 15 de octubre de 1962, satélites-espía estadunidenses fotografían bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano. Kennedy tuvo que hacer frente a la peor crisis de la Guerra Fría. Nunca antes el reloj del apocalipsis nuclear estuvo tan cerca de las doce de la medianoche. Nunca antes el nivel de alerta del Pentágono estuvo tan cerca de ordenar un ataque inminente. El joven presidente aguantó la presión y el 28 de octubre Moscú ordenó la retirada, pero pudo haber sido su sentencia de muerte.