La Pesca, Soto La Marina, Tamaulipas.- A la orilla de la playa y frente al río, frotan cerca de cuatro toneladas de pescado, al menos, eso estiman los pobladores de este lugar y de la misma Coepris de la Secretaría de Salud.
Mar adentro, señalan los pescadores “no hay problema, estamos saliendo en las mañanas, pero allá, no hay problema”, tratando de minimizar, porque de la pesca, vive una gran parte de las familias de esta región.
[su_pullquote align=”right”]La mortandad de peces crece en el litoral de Tamaulipas; Matamoros donde más daño ha causado.[/su_pullquote]
“Los que son más afectados son aquellos que capturan ostión y almeja. La mayoría pesca mar adentro, ahí no hay problema con la Marea roja”, insisten.
Ayer la Secretaría de Salud con el personal de Coepris, Protección Civil de Tamaulipas hicieron una evaluación de la situación y bien hay afectaciones en esta zona, en la región de Matamoros en donde se han registrado la mayor mortandad de peces, debido al fenómeno climatológico de la marea roja.
La Secretaría de Salud estimó en un comunicado que en los últimos días se han retirado unas 14 toneladas de peces muertos en ambos municipios, situación que no representa un riesgo para la salud de los humanos, pero sí genera un impacto ambiental, de tal forma que se han destinado fosas para su concentración.
Como parte del protocolo marcado por el plan estatal Marea Roja, el Secretario de Salud Norberto Treviño García Manzo, dispuso que los más de 130 elementos, entre verificadores sanitarios, brigadistas, médicos y enfermeras permanezcan al menos durante los próximos quince días tanto en Matamoros con en Soto la Marina, para atender cualquier contingencia, aunque aclaró que no se ha presentado ningún caso de enfermedad asociada al fenómeno.
Convocó al sector naval, investigadores e instituciones educativas como la Universidad del Mar, a trabajar de forma coordinada para documentar y aportar conocimientos que sienten las bases para anticipar la aparición del microorganismo, estrechamente relacionado con la ausencia de fenómenos hidrometeorológicos como tormentas y huracanes.
El efecto que origina la exposición a la toxina aerolizada en humanos es irritación de las vías respiratorias, misma que desaparece con sólo alejarse del agua de mar; sin embargo, el riesgo lo representa el consumo de ostiones, almejas, mejillones o caracoles de mar contaminados ya que puede presentar los siguientes síntomas:
Después de 30 minutos de haberlos ingerido: ligero adormecimiento de labios, lengua, yemas de los dedos, piernas, brazos y cuello, así como falta de coordinación muscular, problemas respiratorios, en casos más serios al poder complicarse.