Uno de los deportes tecnológicos en la actualidad, es el uso de las redes sociales.
Facebook y Twitter, junto con Instagram, entre otros, tienen un uso adicional para poder socializar. Muchos de los usuarios ya alcanzaron una condición como verdaderos maratonistas de 42k.
Ellos, los de carne y hueso, los reales, no los bots (personas pagadas para hacer una acción en beneficio de una organización, compañía y gobierno) o los Troll (sujetos que tienen una cuenta en Twitter para criticar directamente a un usuario) lanzan las expresión más agudas, acertadas y naturales y expresan cómo se ven y se sienten.
Han abordado campañas de todo tipo en las redes sociales. Enrique Peña Nieto, es su principal objetivo, pasando por temas como la inseguridad (el chapo ocupa un lugar especial, Ayotzinapa, Tlatlaya) las críticas contra la economía (pobreza, crisis económica etc), gobiernos, partidos políticos, deportes, la Casa Blanca, de todo.
Ellos, los usuarios de carne y hueso, que están en las redes sociales, enfrentan formalmente a un adversario desde el senado de la república: El Senador Omar Fayad.
El senador priistas presentó una iniciativa para criminalizar el uso del Internet, particularmente de las redes sociales y claramente se observa un proyecto represor, al mero estilo del viejo PRI. El nombre de la iniciativa es: “Ley Federal para prevenir y sancionar los delitos informáticos”
Ya los usuarios reaccionaron a esta pretensión y uno de ellos ha sido Luis García, coordinador de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) y ha dado a conocer un decálogo de 10 puntos sobre la iniciativa Fayad.
Uno de ellos es que se podría catalogar como “armas informáticas” la tecnología de Globaleaks y Drop Secure que utilizan Méxicoleaks o Wikileaks. Señala además que la Ley Fayad, podría castigar con 28 años de cárcel a quien sea considerado como “terrorista”, sólo por publicar datos.
Es decir, difundir información que desestabilice la paz pública se convertiría en un terrorista, señala Luis García en el documento. Y es que, se corre el riesgo de criminalizar el uso de la libertad de expresión en internet, porque se va castigar a quien agreda o profiera cualquier forma de maltrato verbal.
La discusión está creciendo, por darle una medición porque en las redes sociales Fayad, es el nuevo blanco. El tema será polémico con seguridad y creo que debe perder el Senador. A pesar de que haya aficionados oficialistas en los tres niveles de Gobierno, ya sería el colmo castigar la libertad de expresión en las redes sociales.
Estas son de las iniciativas Distractoras, y aunque no se debe dejar pasar por alto, es más grave ser espiado (en teléfonos, internet, vigilado) que castigado por mal uso de las redes sociales.
Lo que observa R3D un impedimento real de la libertad de expresión y hoy “sería delito para un periodista publicar un documento, fotografía, audio o revelar cualquier información privada de cualquier persona, aunque revele una torre de corrupción, violación a derechos humanos o sea de interés público”.