Ciudad de México.- El Parlamento de Cataluña traspasó ayer una línea roja en la democracia española y aprobó por 72 votos frente a 63 la resolución que proclama el inicio del proceso hacia la independencia, aboga por desobedecer a las instituciones españolas (empezando por el Tribunal Constitucional) e insta a la Generalitat (gobierno regional) a cumplir solo las leyes emanadas de ese Legislativo regional que se ha declarado en abierto desafío a la unidad de España.
Los dos partidos independentistas catalanes, Junts pel Si y CUP, aprobaron un texto que plantea que, en el plazo de un mes, comience la tramitación de las “leyes de proceso constituyente, de seguridad social y de hacienda pública”, que serían las bases de la hipotética república catalana. Las dos formaciones lograron este objetivo gracias a que cuentas con una mayoría de nueve escaños sobre los partidos que no quieren la independencia o apuestan por una solución negociada.
El desafío es incluso mayor porque en número de votos los independentistas no cuentan ni con la mitad de los votos. En las elecciones regionales del pasado 27 de septiembre sólo alcanzaron el 48 por ciento de los votos, pese a que fueron planteadas por el presidente catalán, Artur Mas, como un plebiscito en favor de la independencia.
“No se va a desconectar”. Hace un par de semanas ambas fuerzas cerraron un acuerdo sobre un texto que aboga por la “desconexión” de Cataluña respecto a España.
En respuesta, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ordenó a los servicios jurídicos preparar el recurso ante el Tribunal Constitucional (TC).
“Es el primer paso. Me gustaría que fuera el último”, avisó Rajoy a los secesionistas antes de dar un mensaje de tranquilidad; “ni Cataluña se va a desconectar [de España] ni se va a producir ninguna fractura”, de modo que “nadie tendrá que escoger ni renunciar a su identidad española y europea”.
La admisión a trámite por el alto tribunal del recurso del gobierno de Rajoy supondría su suspensión cautelar durante un plazo máximo de cinco meses, mientras los magistrados debaten y deciden sobre el asunto.
Sin embargo, la resolución secesionista aprobada ayer en Barcelona dice expresamente que no se respetarán lo que dictamine el Constitucional.
En su comparecencia Rajoy prometió frenar el desafío independentista catalán “sólo con la ley, pero con toda la ley: No permitiré que esto continúe”.