Ciudad de México.- El coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Senador, Emilio Gamboa Patrón reiteró que la reforma educativa no está a negociación y que su análisis no significará la derogación de la misma.
Los prisitas en el Senado consideraron positivo que el gobierno federal esté dispuesto a revisar, junto con el magisterio, la evaluación docente; sin embargo, su coordinador de bancada recalcó eso no significa su derogación, ya que considera que la reforma educativa tiene como prioridad la preparación de los niños y jóvenes.
Los líderes de las bancadas del PRI y PAN, en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón y Fernando Herrera Ávila, aplaudieron la apertura al diálogo con los maestros y disposición de la federación de revisar la Reforma Educativa; pero rechazaron su derogación.
“La postura del todo o nada no lleva a ninguna parte, por lo que hacemos un llamado al magisterio a que siga siendo parte de la transformación del sistema educativo y que participe con ideas en el debate nacional que se está dando en torno a la construcción del nuevo modelo educativo” expuso el grupo priísta por medio de un comunicado de prensa.
Gamboa Patrón dijo que la reforma educativa no debe doblegarse ante intereses políticos hacía el 2018. “La educación no puede ser rehén de intereses político-electorales”, subraya.
Abundó que cuya la implementación de la con la participación activa de un millón 200 mil profesores en México.
“La reforma educativa no está a negociación. Es una reforma que tuvo el mayor consenso, siendo aprobada por 113 votos, el 21 de diciembre de 2012, por todas las fuerzas políticas representadas en el Senado de la República”, expresó.
En tanto que el Grupo parlamentario del PAN en el Senado, emitió un comunicado en el que su líder, Fernando Herrera Ávila, rechazó que se dé marcha atrás a la reforma educativa.
Al igual que el PRI, se pronunciaron a favor del diálogo con los maestros, tanto en la Comisión permanente y con los maestros disidentes. No obstante, subrayó que los senadores del PAN han sido enfáticos al señalar que los legisladores no pueden generar expectativas sobre cambios a la Constitución y leyes que solo busquen restaurar privilegios a cambio del cese de las acciones de maestros disidentes.