Con un Congreso estatal a modo, luego de la compra y desleales oficios del alcalde Morenista, Adrián Oseguera, el gobierno saliente pretende ejercer un poder tras el trono, por lo que han construido un corral de protección que los libre de la inminente rendición de cuentas sobre filtrados desvíos e irregularidades que le están quitando el sueño a más de cinco Cabecistas de pura cepa.
La derrota impensada que sufrieron los panistas en las urnas el pasado 5 de Junio, frente a Morena, ha orillado al gobierno saliente asesorados por los Calderonistas mercachifles de la política Roberto Gil y Javier Lozano, a fraguar la compra de diputados de Morena para crear un legislativo atracador a través del cual se han promovido reformas para afianzar, poderes autónomos cómo una súper fiscalía en manos del cuestionado Irving Barrios.
El Fiscal tendría súper poderes y autonomía para investigar y castigar actos de corrupción, para cuidarle las espaldas a los Cabecistas y mantener una persecución contra los adversarios de la 4T.
Pero además, la han empoderado con el aparato de seguridad donde incluye la oscura operación de la policía de élite conocida como los Gopes.
Aunado a ello, la fiscalía sería el órgano que controle la lista de proveedores del gobierno estatal, ya que todo aspirante a proveedor, tendría que tramitar una carta donde avale que no tiene denuncias por corrupción.
Está y otras reformas, sin duda se entenderían cómo una descarada extensión del poder Cabecista y una abierta intromisión y acorralamiento para el gobierno entrante.
De ahí que la lucha de Américo Villarreal, para afianzar el poder, -luego que la marrullera impugnación a la elección de gobernador, que anticipadamente los mismos panistas la dan por improcedente-, se mantenga vigente y ahora tendiendo lazos con hombres y mujeres claves del Gobierno Federal.
Tumbar está reforma de súper fiscalía y otros actos fuera de la ley, que se han orquestado para armar un Congreso sumiso a las órdenes Cabecistas, es ya uno de los objetivos.
En la medida que se agote el tiempo en el poder para Cabeza de Vaca, le tienen que quitar esos candados, al mismo tiempo que se irá diluyendo la lealtad y temor que orilló a sus afines a poner en riesgo su futuro en libertad al votar y otros por activar artilugios legaloides contra personajes afines al gobierno entrante.
Un ejemplo singular de lo que viene, es que más de tres diputados en el Congreso están muy cerca de sumarse a Morena, lo que le daría la vuelta a la tortilla al echar abajo muchas reformas luego que se anticipa que saldrán del corral Cabecista.
Esto último, ha mostrado a propios y extraños que preocupa más un futuro personal que ver por mantener un grupo político y económico después del mes de octubre.
De ahí que los abusos del poder y desesperación que advierten propios y extraños en acciones del gobierno saliente, tienen un enorme tufo a miedo.
Los que están decididos a seguir con una extensión para controlar parte del gobierno, están dispuestos a todos hasta el último día y minuto de este gobierno, no se van a regar y quienes piense que, pudieran existir acuerdos, están muy lejos de la realidad.
Morena ha salido a emprender una lucha a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para combatir las reformas que el PAN aprobó con la finalidad de blindar el Poder Legislativo, pero los resultados serán muy lentos por esa vía.
El equipo del nuevo gobierno, va a concentrar una estrategia desde el Poder Legislativo, así como operó el PAN, Morena va a hacer lo mismo y las asesorías que hoy está teniendo, le van a permitir tener resultados en los primeros meses del 2023.
Si eso pasa, el corral se va a abrir y que cada quien se salve como pueda, pero si ese corral se mantiene, se podrá ver una extensión del poder del PAN desde el Congreso del Estado, el Poder Legislativo, la Fiscalía General de Justicia, la Auditoría Superior del Estado, la Fiscalía Anticorrupción y en todos los órganos autónomos que mantienen vigentes.