(Agencia)
Ciudad de México.- El trasplante fecal entre humanos es una técnica naciente en la gastroenterología europea que ya ha demostrado hasta 90% de efectividad para atender enfermedades bacterianas graves como las provocadas por la súper bacteria Clostridium difficile, que provoca miles de muertes por diarreas e inflamación intestinal grave. Así lo expuso en Cancún, ante 700 médicos mexicanos, el doctor Franco Scaldaferri, investigador de la Universidad Católica de Roma y el Hospital Gemelli.
Además de explicar cómo se realizan estos trasplantes añadió que, a nivel experimental, esta técnica se prueba para atender otras enfermedades graves y potencialmente mortales como la Enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o trastornos metabólicos que influyen en la aparición de obesidad o diabetes.
“Se trata de una técnica quirúrgica muy novedosa cuyo objetivo es tomar un conjunto de bacterias que habitan en los intestinos de individuos sanos y que les han ayudado a generar una serie de anticuerpos, para posteriormente llevar ese conjunto de bacterias o microbiota a los intestinos de otras personas que no han desarrollado suficientes anticuerpos y defensas propias por lo que son muy vulnerables a los ataques de ciertas bacterias potencialmente mortales”, indicó el médico experto en patogénesis asociada a enfermedades gastrointestinales.
El especialista visitó México como uno de los conferencistas principales del encuentro médico llamado Cumbre Sanofi 2015, el cual reunió a 700 médicos mexicanos con líderes de investigación científica y clínica de Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Suiza y México.
El doctor Scaldaferri explicó que el procedimiento conocido como trasplante fecal o trasplante de microbiota consiste en tomar excremento donado por individuos sanos (sin enfermedades infecciosas, sin obesidad y sin piercings) y posteriormente “lavar y limpiar” esas eses para dejar únicamente un líquido en el que quedan solo las bacterias o microbiota que habitaban en el donador sano.
El líquido que fue separado del resto del material fecal se introduce, como un implante, a la zona donde se está registrando el problema intestinal que no pudo ser atendido con medicamento. Para llevarlos al lugar donde se espera la acción biológica defensiva es necesario que al individuo se le coloque una sonda o pequeña manguera médica que es introducida al cuerpo humano por la nariz o por el recto para hacer llegar el líquido con la nueva microbiota hasta la parte infectada.
DIAGNÓSTICOS EQUIVOCADOS. En años recientes se ha comprendido que muchas personas que fueron diagnosticadas con cáncer colorectal y a las que se tuvieron que amputar partes del intestino por considerar que tenían cáncer, en realidad pudieron tener otras enfermedades inflamatorias graves como la Enfermedad de Crohn o la Colitis Ulcerosa Crónica Inespecífica (CUCI) que provocan inflamaciones extremas desde la boca hasta el ano y que llegan a cerrar el tracto digestivo debido a que se presentan como una inflamación grave que busca ser un mecanismo de defensa.
En algunos pacientes con estos padecimientos o con otros trastornos que dañan el aparato digestivo se han logrado curaciones en pocos días después de un trasplante fecal.
“¿Qué es lo que ocurre cuando una familia de bacterias llega al intestino de un paciente enfermo y se reúne con otra familia de bacterias? La respuesta detallada no la sabemos. No podemos todavía afirmar si hay una guerra o una fusión entre las dos sociedades de bacterias, pero lo que sí podemos decir es que no hay manera más rápida de estimular a que el cuerpo humano genere rápidamente anticuerpos como la que hemos visto en estos estudios.
Uno de los datos nuevos que podemos presentar en México es que en Italia hemos visto que después de un implante de este tipo, el cuerpo de los pacientes tarda entre tres meses y un año en volver a estabilizar toda su microbiota original”, detalló el doctor Scaldaferri.